Todos los procesadores disponibles en el mercado (incluso los procesadores utilizados en dispositivos móviles) poseen una arquitectura típica multicore. En consecuencia, el modelo de programación en memoria compartida se impuso sobre el modelo de programación secuencial como modelo por excelencia para obtener el máximo desempeño de estas arquitecturas. En este modelo de programación las suposiciones de orden de ejecución entre instrucciones y atomicidad en el acceso a las variables heredadas del modelo de programación secuencial ya no son válidas. El no determinismo implícito en la ejecución de los programas concurrentes, obliga al programador a utilizar algún mecanismo de sincronización para asegurar esas propiedades. Frecuentemente el programador se equivoca al sincronizar los procesos, dando lugar a nuevos errores de programación como son los deadlocks, condiciones de carrera, violaciones de orden, violaciones de atomicidad simple y violaciones de atomicidad multivariable. Los métodos tradicionales de depuración de programas no son aplicables en el contexto de los programas concurrentes, por lo que es necesario disponer de herramientas de depuración que puedan ayudar al programador a detectar esta clase de errores. De estos errores, los deadlocks y las condiciones de carrera han gozado de mayor popularidad en la comunidad científica. Sin embargo, solo el 29,5 % de los errores son deadlocks: del 70,5 % restante, las violaciones de atomicidad representan más del 65 % de los errores, el 96 % ocurren entre dos threads y el 66 % involucran una sola variable. Por eso las violaciones de atomicidad simple se han definido en los últimos años como el caso más general de error de concurrencia y han recibido gran atención por numerosos grupos de investigación. En 2005 aparecen las primeras propuestas que utilizan métodos de instrumentación dinámicos para la detección de violaciones de atomicidad, mejorando notablemente la capacidad de detección sobre las propuestas anteriores. De estas propuestas, AVIO(Lu, Tucek, Qin, y Zhou, 2006) se destaca como la propuesta con mejor rendimiento y capacidad de detección. Para detectar una violación de atomicidad, el método de AVIO consiste en monitorizar los accesos a memoria por parte de los procesos concurrentes durante la ejecución, registrando qué procesos acceden a cada variable, en búsqueda de interleavings no serializables. Pese a que AVIO es superior a las propuestas previas, el overhead que introduce (en promedio 25×) es demasiado elevado para ser utilizado en entornos en producción. Muchas propuestas proponen reducir el overhead de los algoritmos de detección implementándolos directamente en el hardware a través de extensiones (cambios en el procesador, memoria cache, etc.), consiguiendo excelentes resultados. Sin embargo, este enfoque requiere que los fabricantes de procesadores decidieran incorporar esas modificaciones en sus diseños (cosa que no ha sucedido por el momento), por lo que es de esperar que tardarán en llegar al mercado y más aún en reemplazar las plataformas que actualmente están en producción. Por otro lado, las implementaciones en software aplican métodos de instrumentación de programas. Debido a que requieren agregar llamadas a una rutina de análisis a cada instrucción que accede a la memoria, los métodos de detección de errores utilizan instrumentación a nivel de instrucción. Lamentablemente, este granularidad de instrumentación es lenta, penalizando el tiempo de la ejecución con más de un orden de magnitud. Sin embargo, la posibilidad de error solamente existe si al menos dos threads acceden simultáneamente a datos compartidos. Esto significa que, si de la totalidad de la aplicación que está siendo monitorizada sólo un pequeño porcentaje de las operaciones acceden a datos compartidos, gran parte del tiempo invertido en instrumentar todos los accesos a memoria está siendo desperdiciado. Para reducir el overhead de la instrumentación a nivel de instrucción restringiéndolo sólo a los accesos a memoria compartida, es necesario detectar el momento preciso en que esos accesos ocurren. La mejor opción para detectar este momento es cuando ocurre algún cambio en la memoria cache compartida entre los núcleos que ejecutan los procesos. Una herramienta muy útil para esta tarea son los contadores hardware, un conjunto de registros especiales disponibles en todos los procesadores actuales. Esos registros pueden ser programados para contar el número de veces que un evento ocurre dentro del procesador durante la ejecución de una aplicación. Los eventos proveen información sobre diferentes aspectos de la ejecución de un programa (por ejemplo el número de instrucciones ejecutadas, el número de fallos en cache L1 o el número de operaciones en punto flotante ejecutadas). Se plantea como estrategia encontrar un evento que detecte la ocurrencia de interleavings no serializables y en función de ello activar/desactivar AVIO. Lamentablemente, no existe un evento capaz de indicar la ocurrencia de casos de interleavings. Sin embargo, si es posible representar los casos a través de patrones de acceso a memoria. La búsqueda de eventos asociados a los cambios de estado en el protocolo de coherencia cache reveló que para la arquitectura de pruebas existe un evento, cuya descripción indica que ocurre con uno de los patrones de acceso presentes en los casos de interleavings. El patrón asociado al evento está presente en tres de los cuatro casos de interleavings no serializables que AVIO debe detectar. La experimentación realizada para validar el evento demostró que efectivamente ocurre con precisión con el patrón de acceso, y en consecuencia puede detectar la ocurrencia interleavings no serializables. Luego de determinar la viabilidad del evento seleccionado, se experimentó con los contadores en un modo de operación llamado muestreo, el cual permite configurar los contadores para generar señales dirigidas a un proceso ante la ocurrencia de eventos. En este modo el programador especifica la cantidad de eventos que deben ocurrir antes de que la señal sea generada, permitiendo ajustar esta prestación de acuerdo a los requerimientos de la aplicación. Este modo de operación fue utilizado para decidir cuándo activar la rutina de análisis de las herramientas de detección y en consecuencia reducir la instrumentación del código. Por otro lado, el desactivado puede ser un poco más complejo. Debido a que no es posible configurar un contador para enviar una señal ante la no ocurrencia de eventos, se propone configurar un timer para verificar a intervalos regulares de tiempo si es seguro desactivar la rutina de análisis (por ejemplo porque en el último intervalo no se detectaron violaciones de atomicidad). El modelo propuesto se utilizó para implementar una nueva versión llamada AVIO-SA, la cual inicia la ejecución de las aplicaciones monitorizadas con la rutina de análisis desactivada. En el momento en que detecta un evento la rutina es activada, funcionando por un tiempo como la versión original de AVIO. Eventualmente AVIO deja de detectar interleavings y la rutina de análisis es desactivada. Debido a que no es posible estimar el valor óptimo para el tiempo del intervalo de muestreo analíticamente, se desarrollaron experimentos para encontrar este valor empíricamente. Se encontró que un intervalo de 5ms permite a AVIO-SA detectar aproximadamente la misma cantidad de interleavings que AVIO, pero con un tiempo de ejecución significativamente menor. Para completar las pruebas de rendimiento se completaron los experimentos con HELGRIND, una herramienta libre de detección de condiciones de carrera y se estimó el overhead de cada herramienta con respecto a cada aplicación. En promedio, HELGRIND demostró un overhead de 223×, AVIO un overhead de 32× y AVIO-SA de 9×. Aparte del rendimiento, se evaluó la capacidad de detección de errores de AVIO-SA. Para ello se hicieron 3 experimentos: - Prueba de detección con kernels de bugs conocidos. - Prueba de detección en aplicaciones reales (Apache). - Comparación de bugs informados entre AVIO y AVIO-SA (a partir de SPLASH-2). Afortunadamente AVIO-SA pasó las 3 pruebas satisfactoriamente. Los resultados obtenidos demuestran que el modelo propuesto no afecta negativamente la capacidad de detección de la herramienta, empleando en el proceso menos del 30 % del tiempo requerido por AVIO. Debido a que AVIO-SA altera menos la historia de ejecución de la aplicación monitorizada, es una mejor opción para ser utilizada en entornos de producción.