La inteligencia emocional (IE) se considera una habilidad centrada en la percepción y discriminación de los sentimientos y emociones, como vías para facilitar un razonamiento más inteligente sobre nuestra vida emocional (Mayer & Salovey, 1997). Se plantea que la misma está compuesta por tres aspectos que explicarían las diferencias interindividuales en la forma de desenvolverse a nivel emocional. Los tres procesos (o factores) que componen la IE percibida son: atención a los sentimientos, claridad emocional y reparación de las emociones (Salovey, Mayer, Goldman, Turvey, & Palfai, 1995). En este trabajo de evalúa la IE percibida, que es el metaconocimiento que los individuos poseen sobre sus propias habilidades emocionales permitiendo obtener una estimación sobre aspectos reflexivos de los tres procesos que componen la IE (Salguero, Palomera, & Fernández-Berrocal, 2012; Salovey et al., 1995). La IE se ha asociado a lo largo de los antecedentes a el ajuste psicológico (M. I. Jiménez & López-Zafra, 2011; Salguero, Fernández-Berrocal, Ruiz-Aranda, Castillo, & Palomera, 2011; Salguero et al., 2012; Williams, Fernández-Berrocal, Extremera Pacheco, Ramos Díaz, & Joiner Jr, 2004) y social de los adolescentes (Extremera Pacheco & Fernández-Berrocal, 2004; M. I. Jiménez & López-Zafra, 2011; Salguero et al., 2011). Dada la importancia que la IE ha mostrado en investigaciones previas y debido a que, ya que es un constructo relativamente joven, aún se encuentran vacíos en el conocimiento que se posee sobre este constructo y su relación con otras variables, los objetivos de esta tesis son: 1) Estudiar las características y diferencias de la inteligencia emocional en distintas etapas de la adolescencia; 2) Estudiar si la participación en actividades extracurriculares afecta los niveles de inteligencia emocional; 3) Analizar la relación entre la inteligencia emocional y el autoconcepto y autoestima; y 4) Explorar la relación entre la inteligencia emocional y el consumo de alcohol durante la adolescencia. Se trabajó con 399 adolescentes de dos escuelas privadas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los alumnos asistían a primero, tercero o quinto año del secundario, a los que se les administró la TMMS- 21 (Calero, 2013), el Perfil de Autopercepción (Harter, 1988; adaptación de Facio, Resett, Braude & Benedetto, 2006), el Cuestionario sobre cantidad y frecuencia de alcohol (ad hoc) y el Cuestionario de actividades (ad hoc). Se encontraron diferencias en distintas etapas de la adolescencia en los componentes de la IE percibida; también se hallaron diferencias entre los sexos. La IE percibida parece relacionarse de forma positiva con el autoconcepto y la autoestima. Se observó, además, diferencias en los niveles de IE percibida en función de la participación en actividades extracurriculares y de las características de esta participación. Asimismo, la IE percibida se relacionó con la frecuencia con que los adolescentes consumen alcohol. A partir de los resultados hallados parece que la relación entre los factores de la IE y las variables de consumo de alcohol se encuentra mediada por la edad. Finalmente, se encontró que existía un efecto indirecto de la IE percibida, mediado por la edad, sobre la cantidad y la frecuencia de consumo de alcohol. A partir de las relaciones establecidas se plantea la importancia de la IE percibida para el ajuste psicosocial del adolescente.