Los líquenes constituyen una asociación simbiótica mutualista entre un hongo o micobionte y un alga o fotobionte y de cuya interacción se origina un talo estable, con estructura y fisiología específicas. Son capaces de colonizar una amplia gama de sustratos: además de las superficies naturales proporcionadas por las rocas, el suelo, corteza, maderas, hojas y caparazones de animales; también pueden desarrollarse sobre materiales de origen industrial tales como plásticos, gomas, metales, vidrio, cementos y pinturas. Con el crecimiento de las ciudades, la edificación y la creación de monumentos, el ambiente urbano ha pasado a constituir un importante proveedor de sustratos y refugios para los líquenes saxícolas. Los muros proporcionan hábitats secundarios para los organismos colonizadores de rocas naturales, sin embargo, los mismos pueden estar constituídos por diferentes materiales, con lo cual, dependiendo cual sea su composición, pueden promover el crecimiento de diferentes organismos. Desde el punto de vista ecológico, la urbanización puede tener efectos favorables y adversos en las comunidades bióticas. Por un lado, las ciudades crean y mantienen una variedad de hábitats que no se producen en otros lugares, las especies exitosas en el ambiente urbano son generalistas, con alta fecundidad y alta capacidad dispersiva. Por otro lado, la urbanización es una amenaza para muchas especies que viven en hábitats naturales, y para las que no soporten las condiciones ambientales urbanas. En Argentina los estudios en las urbes relacionados con líquenes y patrimonio edilicio son escasos. La mayoría de ellos son listas de especies encontradas sobre sustrato antrópico, o estudios relacionados al biodeterioro. Las superficies construidas constituyen un nuevo sustrato para el asentamiento de comunidades liquénicas. En el caso del Patrimonio edificado perteneciente a la provincia de Buenos Aires se trata de un sustrato que está disponible para colonizar desde hace más de un siglo. Dado que las sustancias que liberan, la penetración de hifas y ricines, pueden deteriorar el sustrato que colonizan, y suelen constituir un problema en la preservación de las obras de arte y de los edificios. Vale preguntarse cuáles son las características de las comunidades liquénicas desarrolladas sobre construcciones en Buenos Aires, si se diferencian de las naturales en su composición específica, si existen variaciones geográficas en su distribución dentro de la provincia, qué importancia en su diferenciación tienen la naturaleza y/o la antigüedad del sustrato y las condiciones microambientales locales y cómo son las características de colonización de estos “nuevos” sustratos. Esta tesis buscó profundizar en el conocimiento de las comunidades de líquenes en general y urbanas en particular y responder cuestiones de cómo las construcciones interactúan con la liquenobiota local, cuál es el origen biogeográfico de las especies, cómo se organizan sus comunidades, cuáles son los factores abióticos que condicionan la presencia de unas u otras especies, cómo son las interrelaciones entre especies durante el proceso de colonización de muros y qué característica tiene la sucesión sobre estos sustratos. No se pretende profundizar en temas de biodeterioro pero sí pensamos que la información generada será básica para evaluar la gestión y control de las superficies ocupadas por líquenes y contribuir al mantenimiento y conservación de patrimonio. El objetivo general de esta tesis fue conocer la composición y estructura de las comunidades liquénicas presentes en las construcciones edilicias y monumentos de la provincia de Buenos Aires, determinar las condiciones ambientales que influyen en estas asociaciones y analizar procesos vinculados con la colonización de estos neoecosistema. El área de estudio abarcó la provincia de Buenos Aires: se trazó una transecta desde el NE (Isla Martín García) al SW (Carmen de Patagones) de 845 km de longitud sobre la que se seleccionaron 12 localidades de muestreo en ambientes urbanos y 4 localidades que representaron los ambientes naturales próximos. En las mismas se seleccionaron sustratos que presentaran líquenes, de los cuales se registró su cobertura promedio con cuadrados de 20 x 20 cm, sobre distintas orientaciones, inclinaciones, alturas y materiales. El análisis de los datos se realizó mediante métodos de clasificación y ordenación para identificar las distintas asociaciones conformadas por los líquenes por localidad, se analizaron todas las unidades de muestreo junto con las variables ambientales registradas en cada una de ellas, y se caracterizaron las localidades mediante riqueza, índices de diversidad y equitatividad. Para reconocer las relaciones entre las especies y los factores ambientales que pueden estar actuando sobre sus distribuciones se realizaron análisis multivariados, y se realizaron test estadísticos entre las especies y sus preferencias sobre variables de orientación, inclinación y altura sobre los muros. También se realizaron test estadísticos para encontrar asociaciones entre las variables ambientales y las variables de la comunidad. Se utilizaron índices de similitud y disimilitud para comparar las biotas de ambientes urbanos con ambientes naturales y de ambientes urbanos entre si. Se realizó un análisis para encontrar posibles patrones geográficos mediante técnicas de agrupamiento. Para conocer los procesos vinculados a la colonización se realizó una limpieza de los muros y se observo la colo nización de las especies. También se analizó la competencia por el espacio que se da en el seno de la misma, como proceso dentro de la sucesión.Se relevaron 12 localidades con sustrato antrópico y 4 con sustrato nativo. Se registraron un total de 132 especies, 48 de ellas en sustrato antrópico, de estas, Caloplaca teicholyta, Myriolecis dispersa, Lecania erysibe y Staurothele monosporoides aparecieron en la mayoría de las localidades y Flavoplaca austrocitrina fue la única que se encontró en todas ellas. Entre las localidades con sustrato antrópico Ensenada presentó la mayor riqueza (16), presentando una gran cantidad de especies corticícolas únicas de esta localidad, por otro lado la localidad con menor riqueza fue el Parque Provincia Ernesto Tornquist (3). En cuanto a las localidades con sustratos naturales todas mostraron una riqueza más alta que los ambientes urbanos ,destacandoce el Parque Provincial Ernesto Tornquist como la localidad con mayor riqueza. El 83,3% de las localidades urbanas no compartieron ninguna especie con las áreas naturales boscosas. El 16,7% restante sí compartió al menos una especie con las áreas naturales arboladas (Ensenada y Isla Martín García), en ambos casos Ensenada fue el sitio que compartió más especies con los ambientes naturales próximos; con la Reserva Natural de Punta Lara compartió 11 especies mientras que con la Reserva Natural Isla Martín García compartió 6. En cambio el 100% de los sitios compartieron al menos una especie con las áreas naturales con roquedales, las localidades de Azul y Bahía Blanca fueron las que compartieron más especies (4) con el Parque Provincia Ernesto Tornquist y Ensenada, Bahía Blanca y Tandil compartieron 3 especies con las Sierra de Tandil, siendo estas las que compartieron más especies. El sustrato que presentó mayor riqueza de especies fue el mortero (24) seguido de la pintura (20) y el granito (16). En cuanto a la inclinación la horizontal presentó una mayor riqueza (40) que la vertical (25), dentro de las alturas 1,50 m sobre el suelo presentó una mayor riqueza (22) seguida por 1 m sobre el suelo (20) y por último 0,50 m sobre el suelo (19). El 52,08% del total de especies crecieron sobre un solo tipo de sustrato, mientras que el 47,92% se observaron en al menos 2 tipos de sustratos. La mayor riqueza se encontró al W (15), seguidas en orden de importancia por el E, SE y N (13). Se puede concluir que la comunidad urbana se diferencian de las comunidades de ambientes naturales por la composición de especies y por la abundancia de las mismas. La comunidad presenta una fisonomía crustosa con predominancia de especies crustosas, en menor medida especies foliosas y raramente fruticulosas, con una baja riqueza y especies con una dominancia marcada. Éstas especies son especies generalistas, con una amplia tolerancia y muchas de estas pioneras, pero no son reemplazadas, sino que son capaces de competir por el espacio que ocupan. El conjunto de especies no mostraró diferencias latitudinales, las diferencias entre las localidades se dio por el tipo de sustrato que existe entre ellas y por las posibilidades de dispersión de cada especie. Las construcciones antrópicas permiten que los líquenes “escapen” de los ambientes naturales en donde se encontraban y se expandan hasta donde sus preferencias ambientales se lo permitan.