Oxalis tuberosa, comúnmente conocida como oca, es una de las 8 especies andinas con raíces y tubérculos comestibles que juegan un rol importante en los sistemas agrícolas de las tierras altas de la región andina. Estos cultivos son de gran importancia económica y nutricional para la subsistencia de los agricultores de los Andes y un potencial alimento para el resto de la humanidad. La oca pertenece al género Oxalis, el cual está distribuido mundialmente e incluye alrededor de 800 especies. La mayor diversidad se encuentra en América del Sur y en Sud Africa; siendo las especies de América del Sur las que presentan el mayor rango de variación en cuanto a características morfológicas, ecológicas y citológicas. Los estudios citogenéticos revelaron una gran diversidad en el número básico de cromosomas variando desde X=5 a X=12, siendo X=7 el número más frecuente. Los niveles de poliplodía en el género también son variables (2n a 8n). De Azkue y Martínez (l990) encontraron que un grupo de once especies, que eran semejantes morfológicamente, compartían un número básico de cromosomas X=8. A este grupo pertenecen O. herrerae, O. medicaginea, O. mollissima, O. oblongiformis, O. peduncularis, O. subintegra, O. tabaconanensis. O.aff. víllosula (todas estas diploides), O. lotoides (2n=32), O. spiralis (2n=48) y la oca (O. tuberosa), un octoploide. A este grupo lo denominaron “la alianza de O. tuberosa”. Sin embargo este agrupamiento no coincide con la clasificación basada en criterios de taxonomía tradicional. El estudio de las especies silvestres relacionadas a los cultivos puede dar idea del proceso de domesticación y la evolución de los mismos, por otro lado pueden tener aplicaciones prácticas dado que las especies silvestres relacionadas a los cultivos son reservorios genéticos para el mejoramiento de los mismos. La caracterización de las distintas variedades y accesiones de O. tuberosa que existen es fundamental para saber con la diversidad que se cuenta y para el manejo de los bancos de germoplasma. Dentro de este marco los objetivos generales del presente estudio fueron por un lado poner a prueba, con herramientas de la taxonomía molecular, la hipótesis cromosómica que relaciona a O. tuberosa y con otras especies del género por compartir el mismo número básico de cromosomas X=8. Por otro lado evaluar distintas herramientas moleculares para cuantificar y comparar la diversidad genética de representantes del género y, más particularmente, de la especie cultivada, con el objeto de contribuir criterios objetivos para la conservación de estos recursos genéticos y su mejoramiento con fines agrícolas. Para lo cual se realizó el análisis de los genes ribosomales y se analizaron patrones de AFLP. El análisis de la región del espaciador interno de los genes ribosomales (ITS) corroboró la hipótesis cromosómica que relaciona a O. tuberosa y las especies que comparten el mismo número básico de cromosomas X=8. El análisis de AFLP también apoyó la hipótesis cromosómica ya que tanto en el análisis de agrupamientos como en el análisis mediante coordenadas principales las especies de la alianza se diferenciaron respecto de O. articulata generándose en el primer caso un dendrograma que sostenía este agrupamiento con un coeficiente de correlación cofenética de 0,99. El segundo análisis permitió identificar a las combinaciones de primers E41-M39 y E45- M43 como las que más aportaron a dicho agrupamiento. Los resultados no son del todo consistentes con los obtenidos a través de la taxonomía tradicional mediante descripciones puramente morfológicas, tanto en el caso de las clasificaciones que dividen a las distintas especies de la alianza en cuatro secciones (Knuth, 1939, 1936) como el caso en que las dividen en dos (Lourteig, 2000). De todos modos, la clasificación basada en datos moleculares de las especies de la alianza es más congruente con la propuesta taxonómica de Lourteig (2000) y puede ayudar a afinarla. El análisis de los genes ribosomales a nivel de la región codificante (la más conservada), muestra mayor similitud entre O. tuberosa y O. oblongiformis. Esta observación, sí sería congruente con la taxonomía tradicional, ya que ambas especies fueron las únicas de las especies estudiadas, agrupadas en la misma sección por Knuth (en Ortgiesae) y por Lourteig (en Lotoideae). Lo incongruente sería que, en su monografía, Lourteig (2000) sinonimizó a O. oblongiformis con O. tabaconasensis. El análisis del ADNr, pero a nivel de la región del IGS (la más variable) dio una idea de la compleja estructura de estas secuencias hipervariables en la alianza. Dado que es una región altamente variable no esclareció demasiado la relación de las especies diploides y poliploide cultivada, pero aportó información interesante de la relación entre las especies diploídes. Las tres especies diploides que comparten el mismo patrón de bandas fueron ubicadas por Knuth en tres secciones diferentes, mientras que por Lourteig en dos. Así mismo, esta parte del ADNr demostraría la inconsistencia de sinonimizar O. oblongiformis y O. tabaconasensis (Lourteig 2000). El análisis de los resultados obtenidos por los AFLP aparte de apoyar la hipótesis cromosómica de la alianza, permitieron visualizar el potencial de la técnica de AFLP para la caracterización de las distintas accesiones del cultivo y su utilización para el manejo de los bancos de germoplasma. Ya que se permitieron diferenciar accesiones que figuran con el mismo número, como así también identificar posibles duplicados, accesiones que figuran con distinto número, pero tienen perfiles de bandas idénticos. Siendo las combinaciones de primers E45-M43, E69-M69 y E41-M39 las que más incidieron para explicar la variación observada.