La forestación con especies de rápido crecimiento donde la vegetación original era la de pastizal puede traer aparejado cambios en los flujos de agua, causando la movilización de las sales disueltas en el suelo y en las aguas subterráneas. Así, el proceso de salinización secundaría debido al cambio de vegetación, dependerá de factores climáticos, hidrogeológicos y biológicos. Para caracterizar este proceso se realizó un muestreo extensivo, donde se midió la conductividad eléctrica (CE) y el pH del suelo. En primer lugar se establecieron 16 parcelas apareadas (forestación con Eucalyptus spp. vs agricultura / pastizal) distribuidas a lo largo de una transecta de 500 km con dirección Este-Oeste en el centro Sur de la Provincia de Buenos Aires para determinar el efecto de la vegetación dominante, la textura del suelo y el balance hídrico. Este muestreo se repitió en verano e invierno para determinar si existía una fluctuación en relación a la época del año. Además, para determinar el impacto del manejo forestal, las especies forestales y la vegetación dominante sobre las variables mencionadas, se establecieron 12 parcelas apareadas (forestación con Eucalyptus spp., y Pinus radiata vs agricultura / pastizal) en el sistema de Sierras de Tandilia y 5 parcelas en la Cuenca del Salado (dos forestaciones de Eucalyptus viminalis Labill, dos con Eucalyptus camaldulensis Dehnh, y otra en un pastizal natural bajo uso pastoril). Finalmente para analizar la dinámica de las sales y el agua en el suelo de manera continua en función de los parámetros atmosféricos e hidrogeológicos, se establecieron dos parcelas en la localidad de Azul, una ubicada en una forestación con Eucalyptus viminalis Labill y otra en un pastizal herbáceo pareado. Los resultados obtenidos en la transecta indicaron que los valores de la CE del suelo bajo forestaciones, pastizales o cultivos estuvieron por debajo de aquellos que puedan comprometer la producción futura. Se observó que los menores valores de CE se correspondieron con los suelos de textura arenosa y balances hídricos negativos, independientemente de la vegetación dominante. Por otro lado, se encontraron los valores más altos de CE en los suelos de textura franco-fina y balances hídricos positivos, en la mayoría de los casos superiores en la parcela forestal. Además la CE del suelo no presentó un claro patrón estacional. Se encontró una relación entre las variables del suelo analizadas y el manejo forestal. En este sentido, se detectó una correlación positiva entre la cobertura y la CE del suelo, observándose además, un rápido lavado de las sales acumuladas luego de realizar el aprovechamiento de la masa forestal. Asimismo, no se encontraron diferencias de CE del suelo bajo las forestaciones con especies más tolerantes a la salinidad. Finalmente, en el muestreo continuo se hipotetizó una ausencia de conexión de la vegetación con el acuífero freático, y se encontró un perfil de suelo más seco debajo de la forestación. Además, se registraron niveles de transpiración en la forestación que fueron similares a los resultados obtenidos mediante el modelado numérico de un cultivo de Glycine max en el mismo momento y sitio. Se concluyó que, para la zona de estudio, no existen evidencias de un proceso generalizado de salinización secundaria del suelo debido al cambio de vegetación. Asimismo, se remarca la importancia del manejo forestal como factor fundamental para mantener el equilibrio hídrico-salino. En este sentido son necesarios los estudios a escala local, para desarrollar y aplicar normas de manejo sustentable a nivel de predio o parcela, en base a los impactos sobre los recursos del suelo producidos por las actividades productivas mencionadas.