Los humedales se hallan entre los ecosistemas más productivos y de mayor importancia ecológica del planeta ya que proporcionan hábitats para el mantenimiento de la biodiversidad y además ofrecen una gran variedad de bienes y servicios para el hombre. Por este motivo gran parte de los humedales ha sufrido y sufre, a nivel mundial, importantes procesos de lotación intensiva. Debido a esto, estudiar como influye la perturbación antrópica sobre la biota, representa un punto de partida para evaluar la importancia de los ambientes naturales. Cabe destacar que las áreas protegidas, representan sitios control de importancia central para comprender como las diferentes prácticas antropogénicas pueden afectar a la biodiversidad. Particularmente, el grupo de las aves, está expuesto a las intervenciones antrópicas debido a que son utilizadas para la actividad cinegética y también generan respuesta ante diferentes perturbaciones tanto naturales como las inducidas por otras actividades humanas. Hasta el momento, el interés por los sistemas fluviales en los estudios ornitológicos se ha visto reflejado principalmente, en cómo las aves responden a las características ambientales de estos sistemas y, en menor medida, a cómo se ven afectadas por factores antrópicos. No obstante, aún no se ha abordado la influencia conjunta de variables naturales y antrópicas, lo que puede ser particularmente importante en estos sistemas fluviales. Por lo tanto, estudiar si existen diferencias de los ensambles de aves acuáticas entre las áreas protegidas y no protegidas tanto en términos de estructura y composición de especies como a nivel de gremios tróficos, puede ser determinante para establecer cuáles variables dentro del sistema fluvial son las que pueden afectar a las aves acuáticas y por tanto deben ser especialmente tenidas en cuenta a la hora de determinar y evaluar el impacto de las actividades antrópicas así como para establecer cúal es el papel de las áreas protegidas y cómo éste puede ser mejorado (e.g., incrementando la superficie). De esta manera, considerar la influencia de las distintas variables de manera conjuntamente es un punto de partida importante para conocer como las diferentes especies de aves responden según sus características ecológicas y así poder incorporar medidas de manejo y conservación de los humedales del río Parana Inferior. Para esto se ubicaron 11 sitios de muestreo en cada área (Área Protegida, Área No-Protegida y Área Intermedia). Todos los ambientes muestreados presentaron una fisonomía predominantemente herbácea y arbustiva con presencia de cuerpos de agua con vegetación acuática, arraigada y flotante, asociada a los mismos. Cada sitio fue muestreado dos veces por estación durante tres años consecutivos (2014-2016), en cada punto de conteo se utilizó con un radio fijo de 200 metros y 10 minutos de duración. Las especies registradas fueron clasificadas en gremios tróficos, según la forma de obtención del alimento, la dieta y según el grado de presión cinegética. La composición y estructura del paisaje fue cuantificada en cada punto de conteo estimando visualmente la superficie de cuatro unidades de vegetación y ambiente (UVAs): agua libre, pajonal/pastizal, estrato arbustivo y estrato arbóreo. Además, paracada muestreo, se obtuvo el nivel hidrométrico del río Paraná. La influencia de estas variables sobre la estructura de los ensambles fue considerada mediante la implementación de modelos lineales generalizados mixtos. Durante los conteos se registraron 59 especies. En el Área Protegida se registraron 6670 individuos correspondientes a 48 especies, en el Área Intermedia fueron registrados 7399 individuos correspondientes a 55 especies y en el Área No-Protegida se registraron 9977 individuos pertenecientes a 52 especies. Las especies fueron clasificadas en ocho gremios tróficos: Carnívoros-Caminadores, Carnívoros-nadadores y Carnívoros de Percha, Carnívoros de Vuelo, Herbívoros-caminadores, Herbívoros-nadadores, Insectívoro-herbívoros caminadores e Insectívoros, e Insectívoros-caminadores. De las 59 especies registradas, un total de 18 especies fueron incluidas en categorías que implican algún grado de presión cinegética. La riqueza, abundancia, diversidad y equidad por punto fueron mayores en el Área No-Protegida en relación con el Área Protegida y el Área Intermedia, mientras que no se encontraron diferencias de estas variables entre el Área Protegida y el Área Intermedia. En general, el Área Protegida presentó una composición de especies que se diferenció de las áreas no protegidas. El análisis de especies indicadoras mostró que Himantopus melanurus y Tringa flavipes estuvieron mejor representadas en las áreas Intermedia y No-Protegida, mientras que Cairina moschata lo estuvo en el Área Protegida y Chroicocephalus maculipennis, Rollandia rolland y Dendrocygna autumnalis lo estuvieron en el Área No-Protegida. La variación interanual de la riqueza y la abundancia difirió entre las tres áreas. En cuanto a los gremios tróficos, los cambios de la abundancia entre años fueron diferentes entre las tres áreas para Carnívoros caminadores, Carnívoros nadadores, Herbívoros nadadores e Insectívoros-herbívoros caminadores mientras que los cambios de la abundancia entre estaciones fueron diferentes entre las áreas para Carnívoros caminadores, Carnívoros de percha, e Insectívoros herbívoros caminadores. Con respecto a las UVAs, se encontró variación significativa entre las tres áreas, registrándose que las superficies de vegetación acuática y cobertura arbórea fueron mayores en el Área Protegida. En cuanto a la riqueza por punto se incrementó con la superficie de agua libre y con el número de unidades de vegetación y ambiente (UVAS) mientras que decreció con el nivel hidrométrico. Una vez tenida en cuenta estas variables ambientales, la riqueza presentó diferencias entre las áreas, con mayores valores en el Área No-Protegida. En cuanto a la abundancia total por punto se incrementó con las variables agua libre y número de unidades de vegetación y ambiente (UVAS). La variación de la abundancia entre las áreas se relacionó con el nivel hidrométrico en el caso de las aves con presión cinegética baja y con presión cinegética media. En términos generales, los resultados mostraron que las aves acuáticas responden de diferentes maneras a las variaciones ambientales de los humedales de acuerdo con el atributo considerado (e.g. ensambles, gremios, especies) y que las actividades antrópicas pueden generar cambios sobre estas características ambientales afectando los ensambles. Si bien los ensambles estudiados tuvieron mayor riqueza y diversidad en las Áreas NoProtegidas, los resultados mostraron que ciertas especies especialmente sensibles pueden hacer uso preferencialmente del Área Protegida ya que, debido a la dinámica temporal de estos ambientes y la alta capacidad de movilidad de las aves, las mismas pueden hacer un uso regional de las Áreas Protegidas y No-Protegidas, por lo que las diferentes áreas pueden representar hábitats alternativos y/o complementarios para éstas especies en un determinado momento de su ciclo de vida. De esta manera, es importante considerar estos resultados para poder definir formas de manejo adecuado para este tipo de humedales fluviales, teniendo en cuenta la importancia de los Parques Nacionales para la conservación de las aves acuáticas, pero incluyendo también, como parte de las estrategias de manejo, a las áreas no-protegidas. No obstante, estos resultados también ponen de manifiesto que el hábitat representado por las áreas protegidas, pese a presentar características ambientales exclusivas y ensambles de aves acuáticas que incluyen especies con problemas de conservación, presenta actualmente una superficie muy reducida en la extensión regional del sistema fluvial.