La toxina perfringens contenida en los cultivos de Clostridium welchii, tipo A., hemolisa los glóbulos rojos, y como demostró Todd (1941), es lábil al oxígeno y está relacionada con la streptolisina 0, con la cual posee comunidad antigénica. En este trabajo nos propusimos demostrar las condiciones o factores que favorecen o inhiben la acción del oxígeno. Además, como al parecer se trata ds un sistema de óxido reducción, intentamos llegar experimentalmente a determinar de que tipo era el referido sistema, es decir, que sustancia o grupo de sustancias, rigen por cambios sucesivos esta clase de fenómenos. El primer punto que debimos resolver fué el siguiente: encontrar una sustancia reductora tal que, al ser adicionada a la toxina, no permita la oxidación de ésta. Así se puede mantener el material con poder hemolítico lo suficientemente elevado, como para medir sus fluctuaciones, cuando se somete la toxina a otros procesos. Ademas, la toxina entera, es decir, el filtrado de los cultivos de Clostridium welchii, tipo A, posee una composición extremadamente compleja. Las sustancias inertes que acompañan al principio hemolítico, producen muchas veces reacciones que interfieren a las de la hemolisina propiamente dicha. Por esta razón, el segundo punto que tratamos de resolver fué el siguiente: separar y purificar el principio hemolítico. Para ello utilizamos los métodos clásicos de precipitación de la fracción proteica por acción del sulfato de amonio a saturación, y luego purificación posterior de esta por el método de diálisis. Así se obtuvieron varias fracciones, que al ser tratadas por agentes reactivantes, tales como el hidrosulfito de sodio o el ácido tioglicólico, nos condujeron a resultados - en base a los cuales podemos sugerir - la existencia de una sustancia particular, presente en las toxinas enteras, que permite la acción reactivadora del ácido tioglicólico, ya que al desaparecer esa sustancia, la acción es nula o contraria a la reactivación. Las experiencias de oxidación por otros agentes, tales como el iodo, o el ferricianuro de potasio, nos llevaron a demostrar que en estos casos, la inactivación de la toxina se lleva a cabo en forma irreversible, es decir al ser tratada nuevamente con hidrosulfito de sodio o con ácido tioglicólico no regenerar su capacidad hemolítica. Estas experiencias se hicieron en base a las que ya habían efectuado C.V.Smythe y T.H. Harris (1940), con un determinado grupo de estreptococos hemolíticos. La interpretación de los resultados de estas experiencias de oxidación, así como la individualización de las sustancias cuya existencia fué anteriormente sugerida, se hacen muy dificultosas debido a que, como todavia el Clostridium welchii, se cultiva en medios de composición compleja, las conclusiones de las experiencias efectuadas con esta clase de filtrados pueden ser, a veces, erroneas o dispares. Por eso creemos, que el estudio racional de estos sistemas podrá ser encarado con mayores perspectivas de éxito cuando se llegue a cultivar el Clostridium welchii, en medios sintéticos. Se puede atribuir además, a esa extrema complejidad en la composición de los flltrados, la inconstancia en los datos obtenidos cuando se trató de investigar la presencia de glutation y citocromo.