El escúa polar del sur Stercorarius maccormicki, es un predador tope, con una dieta amplia y es considerado como uno de los mejores representantes de especies oportunistas y generalistas entre las aves marinas antárticas. En la época reproductiva, se distribuye en el continente antártico, extendiéndose hacia el norte de la Península Antártica, islas Shetland del Sur e islas Orcadas del Sur. En esta zona se reproduce en simpatría con el escúa pardo S. lonnbergi. Aquí, el escúa pardo monopoliza las colonias de pingüinos, que representan una fuente de alimento predecible mientras que el escúa polar del sur se alimenta generalmente en el mar. Por el contrario, en áreas de alopatría, el escúa polar del sur se alimenta principalmente de pingüinos y aves voladoras, así como también de peces. Si bien se han realizado numerosos análisis de la dieta del escúa polar del sur en las Islas Shetland del Sur y Península Antártica, los resultados obtenidos han diferido notoriamente según la metodología utilizada, contribuyendo a la falta de consenso sobre la existencia y naturaleza de la competencia entre ambas especies. El propósito de esta tesis fue obtener información confiable de la ecología trófica del escúa polar del sur, utilizando distintas metodologías, en poblaciones que difieren en el número de parejas de escúa pardo, su potencial competidor. Esta información provee valiosos indicadores de los recursos en Antártida, necesarios para evaluar y establecer los planes de manejo de los predadores y sus presas. El objetivo general de este trabajo fue analizar la ecología trófica y reproductiva del escúa polar del sur y estimar las áreas de alimentación en la Isla 25 de Mayo (islas Shetland del Sur) y en la Península Antártica, donde ambas especies se reproducen en simpatría aunque con distinto número de parejas reproductivas de escúa pardo. Los muestreos se realizaron durante 5 temporadas reproductivas (2003-04 a 2007-08) en dos localidades antárticas, Península Potter (Isla 25 de Mayo) y Punta Cierva (Península Antártica). Durante este periodo, en Pla. Potter, la colonia de escúa polar del sur era de 68-70 parejas y la de escúa pardo de 30-40 parejas, mientras que en Pt. Cierva, la colonia de escúa polar del sur era de 166 parejas y sólo dos de escúa pardo. Este es el primer estudio de dieta del escúa polar del sur realizado partir del análisis comparativo de recolección de egagrópilas, regurgitados y lavados estomacales, en varias temporadas y en dos localidades que difieren en el número de parejas reproductivas de escúa pardo. Se caracterizó la dieta para ambas localidades y se determinó que está integrada por dos grandes categorías, peces y pingüinos, que se complementan con aves voladoras (principalmente petrel de las tormentas) y kril. Entre las presas consumidas los peces que presentaron mayor frecuencia fueron Pleuragramma antarcticum, particularmente en Pta. Cierva y Electrona antarctica en Pla. Potter. Durante los cuidados parentales, aumenta el número de ítems, aparecen además de peces y pingüinos, otras aves (restos de pichón de escúa y gaviota cocinera), kril, otros crustáceos y moluscos. Estos cambios podrían deberse al aumento en los requerimientos energéticos y/o cambios en la disponibilidad de alimento. Es interesante señalar que los resultados variaron en relación con la metodología utilizada. Si se consideran los resultados obtenidos mediante el análisis de las egagrópilas, el escúa polar del sur consume principalmente pingüinos en Pla. Potter y peces en Pta. Cierva, mientras que en base al análisis de regurgitados y lavados estomacales, para ambas localidades, los peces son el ítem principal en su dieta. En el análisis combinado de egagrópilas y regurgitados no se detectaron evidencias de competencia por el alimento entre ambas especies. En base a la comparación directa de metodologías en poblaciones que difieren marcadamente en el número de parejas reproductivas de escúa pardo, aquí se presenta una fuerte evidencia de una función no alimenticia para la ingesta de plumas, más que la explicación alternativa de los pingüinos como un importante ítem dietario, a pesar de la alta frecuencia de plumas hallada en las egagrópilas. A partir de la ecología de estas presas y en base a la duración de los viajes de forrajeo se determinó que las áreas de alimentación del escúa polar del sur se extienden hasta 25 km en Pla. Potter y 32 km en Pta. Cierva, respecto de la costa. En ambos localidades, los escúas se alimentaron en zonas más resguardadas y evitaron los viajes en mar abierto. Se comprobó que el esfuerzo de alimentación de las parejas reproductoras fue variable entre años, entre periodos y entre fechas. Como era esperable, las parejas aumentan el tiempo de búsqueda y obtención de alimento cuando tienen pichones, debido a los requerimientos energéticos asociados, aunque las respuestas fueron diferentes entre temporadas. Asimismo, se observó que en fechas determinadas el esfuerzo se incrementó independientemente del estatus reproductivo, lo que sugiere fluctuaciones en la disponibilidad de alimento, particularmente al ser analizadas en conjunto con la información de dieta. Distintos parámetros del éxito reproductivo pueden ser indicadores de las condiciones favorables o desfavorables durante la reproducción. Se determinaron dos temporadas con condiciones favorables y dos con condiciones desfavorables, inferidas a partir de la fecha de arribo y comienzo de la reproducción, del número de individuos anidantes, del tamaño de la nidada y del volumen de los huevos. En todas las temporadas, las condiciones favorables y desfavorables, fluctuaron durante el periodo de cuidados parentales de los pichones, que repercutió en el éxito reproductivo general y en el crecimiento de los pichones. En síntesis, en este trabajo concluimos que en la región de la Península Antártica e islas Shetland del Sur, el escúa polar del sur es una especie piscívora y no se detectó competencia con el escúa pardo por el recurso terrestre. Por lo tanto, los cambios en el ecosistema marino y en particular la presencia de determinadas especies en la dieta, se reflejarán en el comportamiento de alimentación y repercutirán en el éxito reproductivo. Consideramos que esta especie puede ser un útil bioindicador de la presencia de P. antarcticum, especie clave en el ecosistema antártico y sensible al cambio climático regional registrado en el área.