El filósofo francés, Nancy, al reflexionar sobre la interrelación del futuro con la política, el discurso y la promesa, dice: “La política se dirige siempre a un futuro que ella debe representarse, que ella debe asimismo prometer. La política debe prometer, la adoración no promete, afirma y acoge.” (Nancy 2011:91). Dado nuestro interés por el análisis lingüístico, en esta tesis enfocamos nuestro trabajo en el estudio de las formas verbales que llamaremos Futuro sintético (iré) y Futuro perifrástico (voy a ir) y ponemos a prueba los significados básicos postulados en trabajos anteriores (Mailhes 2016 y Martínez y Mailhes 2019) esta vez en el género discurso político, con la intención de (des)confirmar la hipótesis del aporte significativo de las formas y explicar su distribución en contextos variables. Trabajaremos desde la perspectiva de la Columbia School Linguistic Society – CSLS (Diver 1995) teniendo en cuenta la variación, según la propuesta de García (1985, 1997 y 1998) y los trabajos de Martínez (1995) y equipo. Esta perspectiva se apoya en la consideración de que la variación intra-hablante implica “dos maneras diferentes de aludir al mismo referente” (García 1985) o “dos perspectivas cognitivas diferentes” (Martínez 2009) y que los factores que determinan la alternancia pueden ser tanto lingüísticos como extralingüísticos, algunas veces condicionados por hechos ligados a la cultura de la comunidad. Desde un primer momento, intuimos que el discurso político está sesgado por un escenario cultural determinado, como la idiosincrasia del político - el ethos prediscursivo (Charaudeau, 2009) - y de su país. Articularemos este estudio con postulados del Análisis del discurso, entendido este como una práctica interdisciplinaria (Casalmiglia y Tusón 1999; Arnoux 2008; Giménez 2016 y Dagatti 2017) facilitadora para el abordaje de estudios lingüísticos. Partimos de la idea de que los tiempos verbales no significan básicamente tiempo y de la presunción de que la sintaxis es semántica y pragmáticamente motivada. En general, tal como ha señalado Ruggles (2014), de la misma forma verbal pueden inferirse mensajes que implican tiempos distintos. En efecto, como sabemos, con el tiempo verbal llamado Presente podemos referirnos también al pasado y al futuro. Por otra parte, mediante el llamado tiempo Futuro formulamos mensajes del tipo Ahora serán las seis porque el sol se está poniendo. ¿Será una golondrina lo que se ve a lo lejos? Desde esa conceptualización, nos ocuparemos de las formas de futuro en variación cuando remiten a una situación futura, desde el punto de vista de García (1985,1997:31): la variación como comparabilidad de unidades lingüísticas con cierta equivalencia comunicativa y parcial superposición distribucional. Consideramos que las formas denominadas en las gramáticas Futuro Sintético (en adelante FS) y Futuro Perifrástico (en adelante FP) se encuentran en variación intra-hablante en emisiones como: Mañana iré al museo / Mañana voy a ir al museo, ya que el enunciador puede seleccionarlas para describir, superficialmente, una misma escena (Diver 1995), en este caso, la expresión de una acción futura. Sin embargo, cada forma realiza un aporte significativo único e impreciso (Diver 1995) al mensaje. La opción por una u otra forma será la que el enunciador considere comunicativamente más adecuada a lo que desea transmitir, dado el aporte significativo de la forma, en variación, al enunciado de aparición de la misma. En efecto, la alternancia observada no es, de ninguna manera, azarosa, sino que responde a distintas perspectivas cognitivas del hablante sobre la escena descrita. Nos proponemos demostrar que los políticos optan por una u otra forma consistentemente con el mensaje que pretenden expresar. Si bien las investigaciones sobre la expresión del futuro en español tienen una larga tradición y los análisis de variación también han prosperado, no se han realizado estudios específicos de estas formas de futuro que hayan tomado en consideración el discurso político a la luz de las características del género y de sus subgéneros. Tampoco se han focalizado en hallar un significado invariante para cada forma que dé cuenta de todos los empleos de la misma. Tradicionalmente, los trabajos sobre el tema se han dedicado más a la representación y a la descripción que al análisis en diferentes géneros y variedades. Desde el punto de vista semántico, han relacionado el significado de las formas de futuro con la mayor o menor facticidad del evento que se menciona, asignando al FP mayor facticidad y al FS menor facticidad (Bello [1841]1951, [1851]1951, 1884; Alonso y Henríquez Ureña [1938]-1984; Gili-Gaya 1943; Alarcos Llorach 1984; Sedano 1994, 2005, 2006; Bosque Muñoz & Demonte Barreto 1999 cap.51 de Gómez Torrego; Zorrilla 2004; García Negroni (coord.) Laura Pérgola y Mirta Stern 2004; Arroyo 2004, Gutiérrez Araus 2005; Aaron 2006 y 2007; Martínez Guillen, Durán Urrea y Gradoville 2008; Bosque 2009; García Negroni 2016a, entre otros). Como ya hemos planteado en otras ocasiones (Mailhes 2016 y Martínez y Mailhes 2019), hemos propuesto que esos significados no dan cuenta del uso variable y, por lo tanto, requieren revisión, en especial, porque la forma sintética, que pareciera, a partir de estudios sobre el discurso cotidiano, ser marca de posibilidad (Martínez 1987), como en: no sé... me levantaré temprano y, si tengo ganas, me iré a correr por el parque permite inferir, en otros contextos, un mensaje de alta certeza: “Serás lo que debas ser o no serás nada” . Ante esa evidencia, venimos planteando la necesidad de revisar, una y otra vez, los significados de los tiempos de futuro en el español y proponiendo una sustancia semántica relacionada con el CONTROL/ NO CONTROL DEL EMISOR SOBRE EL EVENTO FUTURO (Mailhes 2016 y Martínez y Mailhes 2019). Esta tesis pone a prueba, a través de un análisis cualitativo y cuantitativo, esos significados a la luz de la especificidad del género discursivo en la construcción del acto de habla y da cuenta de la injerencia del (sub)género del discurso en la explotación de los tiempos verbales. Los resultados obtenidos nos permiten discutir algunas de las concepciones y de los pronósticos que la tradición ha mantenido frente a estas formas verbales. Para tal fin, hemos construido especialmente un corpus con los discursos que conformaron la campaña electoral de la República Argentina en el año 2015. Se pretende dar respuesta a por qué los políticos alternan, en sus discursos y debates, al menos dos formas lingüísticas para referenciar el tiempo futuro (FS vs FP); cuáles son las señales que aportan qué significado, cuáles son los factores que favorecen el empleo de una u otra y cuál es el propósito comunicativo que justifica la alternancia intra-hablante. Este interés que subyace a nuestra investigación en relación con el género del discurso se manifiesta cada vez más entre algunos analistas de la lengua y del discurso. En efecto, si estamos dispuestos a no buscar obstinadamente explicaciones a partir de nuestras propias categorizaciones del mundo y restricciones al universo del discurso (Kerbrat-Orecchioni [1980]1986) se nos abre un iluminador camino hacia cómo otras comunidades [los hablantes] categorizan la experiencia, que puede ayudarnos a entender el comportamiento lingüístico de la lengua.” (Martínez 2004:362) Nuestro análisis partirá de una hipótesis semántica de los desvíos cuantitativos observados en el empleo de formas que apuntan a un mismo evento - hay cierta equivalencia referencial - y de la convicción de que el uso alternante de unidades lingüísticas no es casual ni caótico, ni tampoco responde a una cuestión simplemente estilística sino a las necesidades de los hablantes en sus intentos comunicativos. Las hipótesis van a girar en torno a la identificación de la sustancia semántica que está en juego en el uso de los futuros y a cómo está categorizada dichas sustancias semánticas. Por otra parte, tendremos en cuenta, para este estudio, que un mismo significado, por su característica de imprecisión (Diver 1995) puede dar lugar a una amplia variedad de efectos en el mensaje. Para ello, el análisis comprenderá la diferenciación del significado básico de cada unidad lingüística, el mensaje que el hablante intenta transmitir y la escena que quiere representar, incluyendo la imagen de sí mismo a través del ethos (pre)discursivo y el futuro que pretende proyectar. Tal como explicaremos detalladamente más adelante este enfoque teórico requiere de una metodología que complemente el análisis cualitativo con la comprobación cuantitativa que nos permitirá confirmar fehacientemente nuestras (sub)hipótesis o, por el contrario, desecharlas. La intención final de esta investigación es hacer una contribución novedosa a los estudios sobre el empleo de los tiempos de Futuro en español que impacte en la discusión sobre la relevancia de la monosemia como aporte significativo de las formas lingüísticas que da impulso a la inferencia polisémica de los mensajes producidos y, por ende, a la discusión sobre si la sintaxis es autónoma o se halla motivada semántica y pragmáticamente. La tesis, además de esta introducción, se halla estructurada en ocho capítulos. En el capítulo 2, describimos y ejemplificamos el problema de investigación. Establecemos el dominio de la variación a analizar y presentamos la hipótesis general basada en la postulación del aporte significativo de las formas y su congruencia en los distintos contextos de aparición de las mismas. En el capítulo 3, consideramos el estado de la cuestión en lo que concierne, especialmente, a los antecedentes más relevantes para nuestro trabajo y ponemos en discusión algunas cuestiones que deseamos rebatir a través de los resultados de nuestro análisis. En el capítulo 4, describimos el corpus puntualizando las características generales del género discurso político. El capítulo 5, detalla el marco teórico-metodológico: los principios en los cuales se sustenta la Columbia School Linguistic Society, el poder interpretativo del Análisis del discurso y, especialmente, los conceptos ethos y pathos. El capítulo 6, subdivido en 5 subcapítulos, desarrolla el análisis de los datos: partimos de factores sociolingüísticos y continuamos con la consideración de los subgéneros, la relevancia del ethos (pre)discursivo, el dominio de la persona gramatical, el carácter persuasivo del discurso político y la consideración de la fuerza ilocutiva del acto de habla promesa (Austin 1962 y Searle 1969). El capítulo 7 aborda la discusión general de los resultados a la luz de la interpretación del índice de polarización de los factores estudiados que nos brinda la herramienta estadística odds ratio. El capítulo 8 presenta las conclusiones de la tesis y el capítulo 9 contiene el detalle de las referencias bibliográficas citadas en este estudio.