Los actuales sistemas intensivos de producción láctea implican un mayor uso de medicamentos para prevenir y combatir las enfermedades. Por su parte, los consumidores demandan alimentos sanos y seguros. Así, el control de los residuos de antibióticos en la leche constituye una medida de seguridad. Se analizaron 3309 muestras de leche procedentes de pequeños tambos de la región centro santafesina durante el año 2010 con el método microbiológicos ResScreen®. Los resultados señalan que los residuos más frecuentes son betalactámicos (BTs: 3,02%), tetraciclinas (TCs: 3,23%) y sulfamidas (SAs: 2,42%). Además, se evidencia una periodicidad con máximos en los meses de verano (BTs: 6,2%, TCs: 6,0% y SAs: 4,0%), primavera (BTs: 4,0%, TCs: 3,8% y SAs: 4,0%) y mínimos durante el invierno (BTs: 1,0%, TCs: 2,0% y SAs: 0,8%). Se analizaron los efectos de variables higiénico-sanitario (RCS: recuentos de células somáticas y RG: recuentos de gérmenes) y factores ambientales (temperatura y precipitación) sobre estas frecuencias de antibióticos en leche. El modelo de regresión lineal múltiple señaló un efecto significativo de la temperatura y precipitación (p<0,05) sobre los RCS y RG. Además, el modelo de regresión logística señaló que las mayores frecuencias de residuos de betalactámicos, tetraciclinas y sulfamidas aumentan con las precipitaciones y con las temperaturas. En síntesis, las altas temperaturas y precipitaciones del verano aumentan la probabilidad de hallar residuos de antibióticos en la leche y altos RCS y RG debido a su impacto negativo sobre el confort bovino, que aumentan los riesgos de enfermedades infecciosas tales como la mastitis ambiental.