Diferentes tendencias teóricas han desarrollado distintas conceptualizaciones de juventud. Las corrientes positivistas, han alimentado y cimentado la idea de instancia preparatoria para la adultez, etapa de la vida incompleta, conflictiva con el mundo social, y le adjudican una serie de rasgos comportamentales (inseguridad personal, alteración del humor, somnolencia) que derivan en la idea de un sujeto en construcción, preparándose para un mañana pues será quien constituya el futuro. Estos mismos presupuestos teóricos han permitido la apertura a otros discursos sobre juventudes, que la exploran como una construcción social, como una condición difícilmente prescriptible. Parece entonces necesario, recuperar los discursos que bregan por la idea de “juventudes” (y no la de juventud o adolescencia) para complejizar la mirada hacia sujetos diversos y múltiples en constante movimiento. La noción de representación social se puede visualizar, comprender y analizar dentro de la realidad social concreta. Es amplia, integrada por formas más o menos complejas. Incluye imágenes que funcionan como sistemas de referencias que nos permiten interpretar los acontecimientos, darle sentido a los sucesos, categorizar las imágenes y los fenómenos que producen los individuos y construir teorías al respecto. Toda representación es siempre de algo (el objeto) y de alguien (el sujeto, la población o grupo social), de modo tal que no es posible estudiar a uno y desconocer al otro, son los extremos imaginarios de un binomio con los que debemos operar simultáneamente. Sobre ambos ejes y con un abordaje cualitativo, constructivista, holístico de tipo heurístico, el presente estudio pretendió indagar sobre las representaciones de salud-enfermedad-atención construidas por los jóvenes, desarrollándose en dos etapas, la primera de carácter exploratorio y descriptivo y la segunda destinada a la construcción de un instrumento, que sin apartarse de la línea epistemológica en la que se apoyó el trabajo, indague sobre dichas representaciones y sea aplicable a una población mayor por su estilo de construcción. Participaron jóvenes de ambos sexos, con edades que oscilan entre los 13 y 18 años, que asistían a tres escuelas públicas de la Ciudad de Córdoba en el período 2008-2012. La recolección de datos se realizó a través de historias de vida temáticas y entrevistas en profundidad y el proceso de análisis se realizó por el método comparativo constante, lo que permitió la identificación de distintos elementos de construcción de significados presentes en las representaciones sociales sobre la salud en general y en particular, la referida a la salud bucal. El carácter cualitativo del trabajo, permitió adentrarse en el mundo juvenil sin estigmatizaciones ni juicios de valor, posibilitando la reconstrucción de su pensar, actuar y sentir sobre el PSEA. El aproximarnos a sus representaciones y poder describir la vulnerabilidad de sus contextos de pertenencia, es la fortaleza de este trabajo como aporte para reflexionar sobre la promoción de la salud “desde la propia perspectiva de los jóvenes”, acercándolos a la salud desde un espacio diferente y reflexivo, sin la actitud adultocéntrica de pensar “para los jóvenes”.