Esta tesis doctoral es un aporte al estudio de las sociedades cazadoras-recolectoras que ocuparon la Meseta Central de Santa Cruz. El objetivo general se orienta al estudio del manejo del fuego por parte de los grupos humanos que habitaron esta región durante el Pleistoceno final y el Holoceno temprano. Buscamos reconocer si los fogones funcionaron como estructuradores del espacio dentro de las cuevas y analizar si el fuego interviene como medio o instrumento dentro de sistemas tecnológicos de procesamiento de recursos, así como establecer conductas inducidas o accidentales a través de la alteración de los objetos. Para poder abordar la problemática de investigación planteamos los siguientes objetivos específicos: realizar experimentaciones enfocadas en la alteración térmica de materiales líticos y óseos mediante fogones experimentales; estudiar aquellas variables y características que permitan identificar la aplicación del tratamiento térmico en estos; crear patrones experimentales de referencia que puedan ser utilizados para analizar el registro arqueológico y que nos permitan determinar las causas de las termoalteraciones; definir las características de las estructuras de combustión presentes en los componentes arqueológicos estudiados; evaluar la distribución de los conjuntos líticos y óseos de estos componentes analizando su vinculación con las estructuras de combustión y estudiar las características de estos conjuntos a fin de determinar si existieron eventos de tratamiento térmico, así como alteraciones no intencionales y postdepositacionales. Los sitios analizados se ubican en las Localidades Arqueológicas Cerro Tres Tetas y La María y corresponden en su totalidad a sitios reparados. Los estudios experimentales en artefactos líticos fueron desarrollados con materias primas provenientes del área de estudio. Estos nos han permitido identificar los rasgos propios del tratamiento térmico así como aquellos atributos no específicos, que pueden ser generados por diversos procesos de termoalteración. Además, hemos corroborado la utilidad de este procedimiento en las materias primas de la región. Asimismo, hemos podido generar expectativas acerca de las características esperables de las piezas tratadas, en el marco de la secuencia de reducción. En tanto, las experimentaciones con elementos óseos, llevadas a cabo con diáfisis de guanaco, nos han indicado que el tratamiento térmico aumenta las posibilidades de fractura, por lo que no sería apto para la confección de artefactos. También nos posibilitó la identificación de las características que toman los huesos al ser termoalterados en contextos subsuperficiales. En relación al estudio de los contextos arqueológicos, los resultados indican una clara aplicación del tratamiento térmico en artefactos líticos durante el Pleistoceno final. Este se aplicaría en el marco de la formatización final de artefactos bifaciales, confeccionados con materias primas locales. En contraste, hay escasas evidencias de tratamiento térmico en los componentes del Holoceno temprano, probablemente por el carácter eventual de las ocupaciones. Por su parte, hemos podido descartar la hipótesis de aplicación de este mismo procedimiento en la producción de artefactos óseos e identificar otras formas de termoalteración de estos elementos, postdepositacionales y, probablemente también durante la cocción de alimentos. La distribución de los restos arqueológicos, por su parte nos muestra, en la mayor parte de los componentes analizados, a los fogones como ejes sobre los que se organizaba el espacio, concentrando la mayor parte de las actividades a su alrededor. La evidencia de espículas de carbón y de restos termoalterados nos indica que en todos los contextos se encendieron fuegos, aún cuando estos no se hayan preservado en el registro arqueológico. Para las ocupaciones del Pleistoceno final, tanto la distribución de los restos como las características de los fogones son coherentes con ocupaciones de baja intensidad, en las cuales se invierte escasa energía en el acondicionamiento de las estructuras de combustión y no se desarrollan importantes tareas del mantenimiento del espacio; durante el Holoceno temprano parecería que cambia la forma de organización del espacio, por un lado hay contextos en los cuales las actividades no se desarrollan en torno al fogón, mientras que en otros podría haberse realizado un mantenimiento del espacio ocupado.