Se analiza la estratigrafía de la comarca del lago Fontana estableciéndose que la columna estratigráfica se compone de las mismas grandes unidades geológicas que caracterizan la Cordillera Patagónica de Chubut y Santa Cruz. En el trabajo se enfoca principalmente el estudio de las unidades sedimentarias y vulcanógenas del Jurásico y Cretácico, prestándose dentro de las mismas especial dedicación y mayor detalle al estudio de la secuencia vulcanógena conocida en la literatura como Complejo Porfírico de la Cordillera o Complejo del Quemado y que aquí se denomina Formación Lago La Plata. La unidad más antigua reconocida está constituida por metamorfitas de bajo grado, principalmente esquistos Sericíticos y cloríticos replegados, con indicios de más de un período de deformación, a los cuales se denominan Esquisto Arroyo Flores asignándolos con reservas al Paleozoico. En discordancia angular sobre los esquistos se desarrolla la extensa e importante secuencia del Jurásico superior—Cretácico, cuya unidad basal corresponde a los depósitos vulcanógenos de la Formación Lago La Plata. La descripción de esta unidad se hace en forma detallada y por sectores, estableciéndose secuencias estratigráficas parciales, las que se han podido integrar en un solo perfil representativo del desarrollo vertical de la Formación. La compleja litología de esta unidad se resume en tres tipos principales de rocas: piroclásticas (tobas y brechas), de mayor desarrollo; epiclásticas (tobáceas)-calcáreas (diamictitas, conglomerados, arenistas, pelitas, margas y calizas) y lavas (andesitas, andesitas-basálticas albitofíricas, queratófiros y riolitas). Estos tipos litológicos no caracterizan una sección determinada de la unidad, sino que se distribuyen recurrentemente en todo su espesor, el que se ha estimado en 1.500-2.000 m como mínimo. Se han registrado tres niveles con asociación de fósiles marinos (corales, braquiópodos, gastrópodos, pelecípodos, nautiloideos, ammonítes y belemnítes) parte de los cuales se describen en un Apéndice de este trabajo. Se registró también un nivel con abundantes vegetales fósiles. Se caracteriza el ambiente de deposición de la Formación Lago La Plata como el de una zona con islas volcánicas, con vulcanismo activo y contemporáneo con la sedimentación, donde se formaban simultáneamente depósitos marinos someros y depósitos continentales o mixtos. Sobre la base del estudio petrográfico realizado se establece que tanto las rocas piroclásticas como las epiclásticas presentan la misma composición general que las lavas asociadas, hallándose que la variación composicional de estas últimas y de sus tobas regula la variación composicional de las rocas con participación epiclática asociadas. Estas características indican que la fuente principal de detritos era de orígen intracuencal y generados por un vulcanismo esencialmente simultáneo con la sedimentación. De acuerdo con la fauna y la flora registrada se asigna esta unidad al lapso Titoniano-Neocomiano. El resto de la secuencia cretácica se completa con las formaciones Katterfeld, Cerro Grande y Cerro Guía. La primera comprende el total de sedimentos expuestos en el cerro Katterfeld y se subdivide en tres secciones o miembros: uno inferior de lutitas con fauna de ammonites y pelecípodos; un miembro medio compuesto por una alternancia rítmica de areniscas y pelitas-areniscas finas de colores claros y oscuros respectivamente, con escasos fósiles marinos (pelecípodos e impresiones de ammonites) y una sección superior de areniscas con escasas impresiones de pelecípodos. Las areniscas son rocas volcaniclásticas y su composición indica proveniencia a partir de rocas volcánicas riolíticas. En la porción superior de la secuencia predominan las areniscas tobáceas y tobas, que pasan en transición a las rocas vulcanógenas de la Formación Cerro Grande. El espesor mínimo de la Formación Katterfeld es de 850 metros. La fauna marina estudiada y la asociación de palinomorfos registrados en la parte media de esta unidad indican para la misma una edad neocomiana. La Formación Cerro Grande se compone de más de 1.000 m de rocas vulcanógenas ácidas principalmente piroclásticas, con participación menor de riodacitas, vitrófiros, ignimbritas, margas y conglomerados. Se asigna al Cretácico, probable mente inferior. Esta unidad es cubierta transicionalmente por la Formación Cerro Guía, que se compone fundamentalmente de areniscas líticas glauconíticas que desarrollan un espesor de más de 500 metros. Son también rocas volcaniclásticas, en todo comparables a las areniscas de la Formación Katterfeld, indicando también su composición un aporte a partir de rocas volcánicas riolíticas. Se infiere como más probable para estas areniscas un medio de deposición marina de cercanías de costa, basando tal consideración en la presencia de trazas fósiles, glauconita, estructuras sedimentarias y carácteres texturales. Se asignan al Cretácico, probablemente inferior. Sobre la base del estudio petrográfico, que indica una notable uniformidad composicional para las rocas de estas tres últimas unidades, se analiza la posibilidad de interpretar que la fuente principal de aporte de las areniscas eran centros volcánicos riolíticos más o menos localizados y ubicados dentro de la misma cubeta sedimentaria. Las unidades mencionadas están afectadas por una asociación compleja de rocas ígneas intrusivas, las que se han reunido en tres tipos litológicos principales: a) rocas gábricas, b) intrusivos ácidos y mesosilícicos con forma de cuerpos menores, diques y filones capas y c) diques basálticos. En base a dataciones isotópicas y disidencias de orden geológico-estructural, los dos primeros tipos litológicos se asignan al Cretácico superior-Terciario inferior y los filones basálticos al Terciario superior. Se describen además afloramientos de hornfels, de considerable extensión, que son de grado metamórrico bajo y están ligados genéticamente a los intrusivos gábricos. La columna estratigráfica del sector se completa con los depósitos glaciarios y glacifluviales del Cuartario y los sedimentos más recientes, no diferenciados entre si. La estructura general es del tipo de bloques, limitados por dos sistemas principales de Fracturación: uno de rumbo NE y otro de rumbo NO, menos importante. La actitud general de las capas es la de un homoclinal suave, de rumbo NNE e inclinaciones al naciente, salvo en el sector del cerro Katterfeld donde se hallan suavemente plegados, conformando una gran cuenca estructural incompleta.