La familia Arenaviridae está formada hasta el presente por catorce virus aceptados por los comités internacionales de taxonomía y uno de reciente descubrimiento (R. Rico-Hesse, comunicación personal, 1991). El nombre Arenavirus deriva del latín arenosus = arena y tiene su origen en el aspecto granuloso que presentan los viriones al microscopio electrónico, debido a la presencia de ribosomas en su interior. El grupo fue creado en 1970 (Rowe et al., 1970b; Pfau et al., 1974) diferenciando a sus miembros de los arbovirus, donde originalmente habían sido incluidos. De las catorce especies de arenavirus, cinco han sido aisladas de seres humanos: virus de la coriomeningitis linfocitaria (LCM), Lassa, Junín, Machupo y, recientemente, Guanarito. De estas, las cuatro últimas son severamente patógenas para el hombre produciendo las denominadas "fiebres hemorrágicas". El virus Guanarito, recientemente descubierto, fue aislado de humanos durante una epidemia (en principio confundida con dengue) ocurrida en Venezuela. El virus LCM, aunque se lo ha asociado a meningitis aséptica, produce en el hombre infecciones inaparentes en la mayoría de los casos. El virus LCM es el prototipo de la familia (Armstrong y Lillie, 1934) habiéndose aislado a partir de ratones y humanos (Lepine et al., 1937; Rivers y Scott, 1937; Armstrong y Sweet, 1939). Los síntomas de la enfermedad producida por el virus Junín, la fiebre hemorrágica argentina, fueron descriptos a partir de una epidemia ocurrida en los años 1953 y 1955 en Bragado, provincia de Buenos Aires (Aribalzaga, 1955). En el caso de dicho virus, los aislamientos iniciales fueron obtenidos de roedores y ácaros (Parodi et al., 1959a; Parodi et al., 1959b) considerándoselo un arbovirus al creer que la fiebre hemorrágica era mediada por artrópodos (Mettler et al., 1963). Sin embargo, no pudo probarse que los ácaros fueran vectores de la enfermedad, por lo que se supone que ha sido una detección casual en un artrópodo de hábitos hematófagos. A partir de reacciones serológicas (recientemente Ruó et al., 1991, con el uso de anticuerpos monoclonal es) y considerando relaciones estructurales entre los distintos virus del grupo, se estableció una división entre Arenavirus del viejo mundo y Arenavirus del nuevo mundo (Dalton et al., 1968; Murphy et al., 1969; Murphy et al., 1970; Rowe et al.,1970a; Pfau, 1974; Pfau et al., 1974; Murphy y Withfield, 1975; Rawls y Buchmeier, 1976; Buchmeier et al., 1981). El criterio para esta agrupación fue confirmado a partir de los datos de la biología molecular (Buchmeier y Oldstone, 1978a; 1981; Compans et al., 1981; Compans y Bishop, 1985). Es sumamente interesante el hecho de que los arenavirus (a excepción de LCM, que es cosmopolita) tienen una distribución geográfica muy definida (Howard, 1986). Del mismo modo es notable el hecho que todas las especies tienen como reservorio natural un roedor, excepto el virus Tacaribe cuyo reservorio es un quiróptero. El área de dispersión está en relación con la distribución geográfica del hospedador y es probable que este sea un factor determinante del aislamiento geográfico de los distintos virus, y por ende, de su evolución (Arata y Gratz, 1975). Cuando fue descubierto, el virus Junín estaba restringido a un área de 16.000 km2 en la provincia de Buenos Aires, pero desde entonces su distribución se incrementó cinco veces hasta 1975 (Maiztegui y Sabatini, 1977) y alcanzó 120.000 km2 en 1986 (Maiztegui et al., 1986). Dado que en esa zona se encuentran tierras de gran valor agrícolo-ganadero, el potencial peligro para los dos millones de habitantes de la región lo hacen un virus importante desde el punto de vista sanitario.