Esta investigación se puede sintetizar en la idea de que, la presencia de las danzas de encuentro social dentro del currículo, transformada en un contenido educativo, responde a premisas capitalistas, lo que no implica que sean realmente significativas para la sociedad, sino que su tratamiento en este ámbito si lo es para los grupos de poder. Estas prácticas definidas en el currículo y las palabras seleccionadas para establecerlas, tienen una carga ideológica que instala y condiciona las relaciones entre el Estado y la sociedad y, por lo tanto, el tipo de ciudadane a educar. El objeto de investigación de esta tesis son las danzas de encuentro social. Para algunes, estas danzas son parte de lo que se denomina danzas actuales o de moda, y para otres se corresponden con manifestaciones populares que se fueron transformando en costumbres culturales. Las danzas de encuentro social se circunscriben al mundo del currículo y, por ello, al lenguaje pedagógico, lo que posibilita poner la mirada sobre los procesos de producción y de reproducción del saber, el contexto social y cultural al que representan y van a orientar sus acciones y las condiciones de ese contexto social. Entendemos que la noción de currículo es una concepción moderna occidental y, por lo tanto, capitalista, en el sentido más extenso de su definición. Por lo tanto, se puede afirmar que lo que se reproduce en esta noción de currículo son lógicas dominantes o claramente influidas por ellas, dejando fuera a otras posibles, siempre más débiles, en la lucha por la legitimación institucional, pero que indudablemente no dejan de representar a diversos grupos poblacionales que componen a la sociedad, obviamente, también minoritarios. En este punto se halla la base de la incorporación en el currículo de este tipo de prácticas populares, según el discurso pedagógico expuesto en los argumentos curriculares. Uno de los supuestos aportes de la Pedagogía a la “políticamente correcta” cuestión de la inclusión social. En este trabajo se analizaron los conceptos y el uso de las palabras en el sistema educativo y para ello, se tuvo en cuenta permanentemente como perspectiva de análisis que ningún hecho es natural, sino siempre político. Siguiendo esta premisa, uno de los recursos metodológicos, pero también epistemológicos que nos planteamos, fue analizar cada término como una herramienta que nos permitiera precisar los usos que conllevan. Buscamos desarrollar un abordaje de carácter político y hermenéutico, en el que el sujeto y el cuerpo, y las técnicas que operan sobre elles, ocupan un lugar preponderante, y nos propusimos analizar las prácticas, los sentidos, y también las significaciones y alcances que éstas construyen, lo que posibilitó tener una mirada crítica sobre el objeto y las instituciones en que se desarrolla, como así también, recurrir en algunos pasajes de la investigación a la revisión epistemológica para registrar los supuestos que subyacen en cada argumento con peso en el discurso y así establecer la teorización necesaria que requirió la investigación para obtener la forma final. Nuestra postura sostiene que en las danzas de encuentro social el acento está puesto sobre el control y el manejo de los sujetos a través de los cuerpos, amparado en una práctica que supone el trabajo sobre las emociones, con un discurso que proclama la libertad, la democracia o la igualdad, pero que disimula cierta preservación de jerarquías, privilegios y desigualdades, sirviendo de este modo burocrático moderno.