En este trabajo se realizó un análisis tafonómico sobre restos óseos humanos provenientes de 30 sitios arqueológicos de Norpatagonia, particularmente de la provincia del Neuquén, correspondientes a grupos cazadores-recolectores del Holoceno medio-tardío hasta momentos históricos. Los objetivos fueron evaluar la integridad ósea de los restos humanos recuperados en los sitios arqueológicos, macroscópica y microscópicamente, a los efectos de identificar patrones o modos de preservación y asociarlos con historias tafonómicas específicas (i.e. combinaciones particulares de factores extrínsecos, tiempo y factores intrínsecos de los huesos) y, además, proponer modelos que permitan inferir los agentes y procesos que actuaron para dar lugar a los patrones de preservación identificados. La tafonomía provee un enfoque analítico a partir del cual se discuten los procesos y eventos postmortem que actúan a partir del deceso del individuo. Su abordaje se nutre de un marco teóricometodológico proveniente de diversas áreas del conocimiento (bioarqueología, paleontología y química, de las Ciencias de la Tierra, la edafología, geomorfología y sedimentología). La evaluación del estado de preservación de la muestra de estudio se centró en el análisis de la representatividad ósea, del grado de fragmentación, del grado de pérdida ósea, del aspecto de la superficie cortical, y del aspecto de la microestructura ósea. El registro de los efectos tafonómicos a nivel macroscópico y microscópico requirió del uso de microscopio electrónico de barrido, microscopio óptico petrográfico, técnicas histológicas, e inspección ocular de los huesos con ayuda de lupa de mano. A los efectos de explicar los patrones de preservación tafonómica hallados, se utilizó un conjunto de variables contextuales, que caracterizan el entorno en el que transcurrieron los restos hasta su hallazgo. Estas fueron definidas como variables sedimentológicas (pH, materia orgánica, fósforo, carbonato de calcio, tamaño dominante de grano y selección); ambientales en sentido amplio (climáticas como temperaturas media, mínima y máxima y precipitaciones medias anuales y tipo de clima; vegetación, tipo de suelo, metros sobre el nivel del mar, distancia a cuerpos de agua, distancia vertical a cuerpos de agua, geomorfología) y arqueológicas (cronología, tipo de entierro, estructura de entierro). Algunos datos de estas variables fueron generados para este trabajo y otros obtenidos de fuentes bibliográficas. La evaluación de los efectos macroscópicos se abordó a partir de análisis multivariados (nMDS, permanova), bivariados (correlación) y univariados (análisis de la varianza y tablas de contingencia). Los análisis se centraron en una matriz por sitios. Algunos aspectos fueron evaluados a partir de una matriz por individuos de todos los sitios y otra restringida a Aquihuecó, el sitio con mayor cantidad de individuos estudiado en este trabajo. Las modificaciones tafonómicas a nivel microscópico se evaluaron de modo cualitativo y en comparación con los resultados de los efectos macroscópicos. El registro bioarqueológico estudiado muestra un patrón constituido por enterratorios intencionales que restringen la bioestratinomía a las prácticas mortuorias de preparación del cadáver, por lo que la historia tafonómica de los conjuntos óseos de los sitios analizados para este trabajo está dominada por la diagénesis. La mayor parte consiste en sitios con entierros humanos primarios emplazados a cielo abierto, y unos pocos casos en cueva y alero. Para muchos de los individuos de los sitios que componen la muestra de estudio, la diagénesis fue casi la totalidad de su historia tafonómica (secuencia A: 1- muerte, 2- entierro, 3- diagénesis, 4- recuperación, 5- conservación [entierro mediado por congéneres; recuperación refiere a excavación arqueológica, rescate o similar; conservación implica acopio en colecciones]). Durante la diagénesis actuaron factores que provocaron modificaciones macroscópicas (corrosión, cambios en la coloración, depositación química y fracturas) y microscópicas (como ataque bacteriano, disolución, permineralización, etc). Estos factores dependen de cada ambiente en particular y afectaron de manera diferencial la preservación de los restos. Se identificaron tres escenarios iniciales para la historia diagenética de los restos óseos, con gran relevancia con respecto al producto final: 1- deterioro químico lento de la fase orgánica; 2- deterioro químico rápido de la fase mineral (disolución); 3- deterioro rápido de la fase orgánica por biodegradación. Otro conjunto menor de sitios tuvo una historia diferente ya que parte de los restos óseos fueron expuestos a la intemperie y, por ende, a los procesos bioestratinómicos luego de su paso por la diagénesis (secuencia B: 1- muerte, 2- entierro, 3- diagénesis, 4- exhumación no antrópica, 5- bioestratinomía [meteorización], 6- recuperación, 7- conservación. Los resultados muestran que estos restos se encuentran con niveles de deterioro altos al cabo de 5-6 años, al punto de no ser reconocidos. Se concluye que los agentes tafonómicos intervienen de modo asociado generando patrones de preservación particulares, de modo que en los individuos de sitios que compartieron condiciones ambientales parecidas (ambiente ecológico y ambiente sedimentario) se hallan rasgos tafonómicos similares a nivel macroscópico y microscópico. A su vez, del análisis de los cortes histológicos, se desprende que la preservación a nivel macroscópico no siempre coincide con lo observado microscópicamente. Se identificaron dos patrones geoambientales que estarían en los extremos de un continuo multivariado, a través del cual se distribuyen los diversos sitios estudiados. El primero combina pH ácido con humedad, bajas temperaturas y presencia de vegetación densa y/o boscosa, que propician la alteración de la superficie de los restos en términos de corrosión, marcas de raíces y escamación. En el otro extremo, la combinación de pH alcalino, presencia de carbonato de calcio, mayores temperaturas, climas áridos con vegetación de baja densidad en ambientes fluviales, asociado a matrices sedimentarias de textura arenosa, dan lugar a restos caracterizados por bajos grados de corrosión, y altos de cambios en la coloración, además de incidencia moderada de agrietamiento y escamación. Los restos más antiguos (~4000 años) se caracterizan por niveles bajos o ausentes de corrosión, escamación, pérdida de material óseo y marcas de raíces. Se infiere que los restos con altos niveles de esos efectos tafonómicos no llegaron a preservarse. Gran parte de los restos estudiados presentan evidencias tempranas de disolución mineral y/o ataque bacteriano. Esas características llevan al deterioro temprano y pérdida de los huesos en poco tiempo. Este resultado podría contribuir a explicar la escasez del registro óseo humano del Holoceno temprano y medio de Patagonia. Además, aquellos restos que siguieron diagénesis menos agresivas (e.g. sitio Aquihuecó), persisten por pocos años una vez expuestos a la meteorización. El análisis detallado permite identificar fenómenos superpuestos que hacen que la interpretación de la historia tafonómica de los restos sea muy compleja. Los resultados alcanzados en este trabajo han permitido generar información valiosa y original sobre los procesos y agentes que participaron en la preservación de restos óseos humanos arqueológicos del noroeste de la Patagonia y aportar las primeras explicaciones tafonómicas sobre los patrones hallados en la región. A futuro se espera profundizar en este estudio a través de la implementación de tecnologías como DRX y CT, y análisis de los factores intrínsecos de los individuos como la densidad mineral ósea.