Desde siempre, las personas han migrado, en busca de nuevos territorios, de mejores condiciones de vida o de tierras de asilo. No obstante, las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo forman uno de los grupos poblacionales más vulnerable a nivel mundial, siendo víctimas de múltiples violaciones a sus derechos humanos y viviendo constantemente en una situación de precarización, discriminación y exclusión social. Desde los últimos años, asistimos al cruce de dos series de paradigmas en la formación de políticas migratorias y de mecanismos de protección de los derechos humanos de la población migrante: la libertad y la seguridad, así como la ciudadanía y la protección internacional de los derechos humanos. Tomando como base teórica los estándares jurídicos internacionales y regionales en materia de derechos humanos de las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo, así como los escritos de autores como Rawls, Derrida, Benhabib, Arendt, De Lucas y Carens, la presente tesis analiza las consecuencias de ese cruce de paradigmas sobre la formación de las políticas migratorias de Argentina y Canadá. Observando tres momentos claves de la “ruta del migrante”, o sea la entrada, la permanencia y la integración en el país de acogida, ésta investigación presenta las consecuencias concretas de ese cambio de paradigmas sobre el goce de los derechos humanos de las personas que han migrado en los dos países estudiados. Esta tesis intenta demostrar que desde el principio de los años 2000, la política migratoria argentina se acerca más bien de un paradigma de libertad y universalidad de los derechos humanos, mientras Canadá encarna un enfoque de seguridad nacional, resultando en un cierre progresivo de las fronteras, una criminalización de la migración irregular y un deterioro del goce de los derechos humanos por parte de la población migrante y refugiada.