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Título de Acceso Abierto
Clasificación ecológica para la República Argentina a partir del modelo de zonas de vida de Holdridge (1947, 1967): mapeo, caracterización y tendencias de cambio
María Rosa Derguy Marcelo Fabián Arturi Andrea Alejandra Drozd
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Resumen/Descripción – provisto por el repositorio digital
Una zonificación ecológica, que define y clasifica unidades ecológicamente homogéneas, es fundamental para diseñar el manejo de ecosistemas. La zonificación ecológica de un país es una herramienta que permite reconocer la heterogeneidad ambiental, establecer sus relaciones con variables bióticas y productivas, y evaluar los cambios en el uso del suelo y su relación con estrategias de conservación. La delimitación y clasificación del territorio en unidades ecológicas homogéneas contribuye al desarrollo de un manejo ecosistémico más preciso e integrado. El sistema de zonificación ecológica de Holdridge define las condiciones del funcionamiento de los ecosistemas a través de su principal unidad ecológica: la zona de vida, alejándose de la existencia de un esquema estable de unidades de vegetación. Una zona de vida es un conjunto natural de asociaciones que utiliza tres variables -biotemperatura media anual, precipitación total anual acumulada y cociente de evapotranspiración potencial- limitantes para el desarrollo de procesos biológicos, y expresadas en rangos de escala logarítmica. A su vez, el sistema considera la posición de las zonas de vida en regiones latitudinales, en función de la distribución del calor a nivel del mar (biotemperatura basal) y en fajas altitudinales, en función de la distribución de calor a nivel de superficie (biotemperatura). Las unidades bioclimáticas que define pueden relacionarse de manera simple con la vegetación y pueden proporcionar proyecciones sobre futuros patrones de distribución. Dada su relativa simplicidad, se propone como un buen método para abordar estudios de impacto climático en circunstancias de disponibilidad limitada de conjuntos de datos regionales. Si bien los nombres de las zonas de vida refieren a tipos fisonómicos de vegetación, éstas pueden no corresponderse con la cobertura vegetal real del terreno, debido a que la zona de vida constituye sólo la primera categoría jerárquica de las divisiones ambientales del modelo, y no incluye otros factores que afectan el tipo de vegetación. Las variables utilizadas en el sistema de zonas de vida pueden derivar de modelos climáticos locales (MCL) o modelos climáticos globales (MCG). Al aplicar MCL, es importante evaluar cómo las incertidumbres de estos datos afectan la clasificación ecológica. Por otra parte, si se aplican MCG, es importante evaluar las diferencias entre la clasificación ecológica derivada de los MCG y aquella derivada de los MCL, incluyendo tanto la magnitud como la variación espacial de esas diferencias, ya que los datos climáticos disponibles para modelar escenarios futuros son generalmente globales. Al mismo tiempo, la comparación entre mapas puede verse afectada por la resolución espacial y por cambios en la resolución temática (ambiental). Modelar las variaciones en la distribución de las zonas de vida debidas a la variación del clima, a través de las proyecciones de cambio climático, hace de este sistema una zonificación dinámica. Vincular el sistema de zonas de vida con unidades ecológicas como las definidas por las ecorregiones, permite monitorear las posibles transformaciones vinculadas al cambio climático en estas unidades. Asimismo, analizar las tendencias futuras de cambio y sus posibles implicancias sobre las áreas prioritarias para conservación y sobre los distintos usos de la tierra bajo el sistema de zonas de vida, permitiría aportar sugerencias para mejorar la planificación y el manejo del territorio. Los datos climáticos utilizados en este trabajo para establecer las zonas de vida se obtuvieron a partir del Atlas Climático Digital de la República Argentina, del INTA, que provee datos grillados con una resolución espacial de 1 km. La validación de esta información se estableció a través de una correlación de Pearson con observaciones de 80 estaciones meteorológicas, distribuidas a lo largo del país, provenientes del SMN. Las variables bioclimáticas estimadas fueron categorizadas en los distintos rangos logarítmicos propuestos por la clasificación de Holdridge y se combinaron para definir las zonas de vida y luego asignarlas a una región latitudinal y faja altitudinal. Para establecer la incertidumbre del modelo climático local (MCL) se modificó cada valor de temperatura y precipitación de la grilla por un nuevo valor establecido aleatoriamente, lo que resultó en un modelo climático local "alterado" (MCLa). Luego se midió el porcentaje de acuerdo entre modelos y se establecieron los límites de confianza del 90% para este porcentaje. Para medir el acuerdo entre los MCL y los MCG se utilizó la base de datos WorldClim, que proporciona información climática a escala global con una resolución espacial de 1 km. El mapa de zonas de vida derivado del MCL se comparó con un nuevo mapa de zonas de vida obtenido a partir del MCG. Luego, se evaluó si el porcentaje de acuerdo entre modelos estaba contenido dentro de los intervalos de confianza estimados para el porcentaje de acuerdo entre el MCL y el MCLa. Para evaluar el efecto de la resolución espacial y ambiental en el acuerdo entre el modelo local y el modelo global, se aplicó un análisis de resolución múltiple. Para vincular las zonas de vida, actuales y proyectadas a futuro, con las principales unidades fisonómicas de la vegetación de Argentina, se comparó espacialmente el mapa de zonas de vida con el de ecorregiones, tipos de uso de la tierra y áreas protegidas. Se establecieron índices bioclimáticos, el "índice de correspondencia bioclimática” (ICB) y el “índice de diversidad bioclimática” (IDB). El ICB identificó las ecorregiones o usos de la tierra que tienen zonas de vida que les son propias y por tanto no comparten características bioclimáticas con otras regiones; mientras que el IDB identificó las unidades de ecorregiones o usos con mayor diversidad bioclimática. Mediante un análisis multivariado se evaluaron las relaciones de distancia bioclimática entre ecorregiones, y entre usos de la tierra, en el escenario climático actual y los proyectados a futuro. La distribución de las zonas de vida se analizó también en las Áreas Protegidas de Argentina para establecer el grado de representación de la diversidad bioclimática en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), y definir aquellas regiones que requieren mayor esfuerzo de conservación debido a los posibles impactos del cambio climático en la distribución de las zonas de vida. Finalmente, los usos de la tierra agrícola, silvícola y ganadero se analizaron en el esquema de potencial de uso de las zonas de vida. Se identificaron 83 zonas de vida en Argentina, que representan el 69 % del total de las 120 reconocidas en el diagrama de zonas de vida. El acuerdo medio entre el MCL y el MCLa a nivel de todo el país fue de aproximadamente 75%. El acuerdo medio entre los mapas de zonas de vida derivados del MCL y el MCG fue del 70% a nivel país, este valor varió sustancialmente entre las regiones latitudinales (40-83%). Por otra parte, aumentar el tamaño de píxel no mejoró el acuerdo MCL-MCG pero éste sí puede aumentar al reducir la resolución temática. Entre las ecorregiones de menor ICB se encontraron Campos y Malezales, Delta e islas del Río Paraná y Esteros del Iberá, mientras que Chaco Seco y Estepa Patagónica presentaron ICB mayores de 0,7 y reducidos intervalos de confianza en comparación con otras ecorregiones. Las ecorregiones con mayor diversidad de zonas de vida (IDB) y menor amplitud de los intervalos de confianza fueron aquellas con mayores variaciones altitudinales en el Noroeste y en la Patagonia. Los cambios más importantes en los ICB de las zonas de vida se observaron en las ecorregiones Selva Paranaense, Selva de Yungas, Chaco Seco, Chaco Húmedo, Monte de Sierras y Bolsones, Puna, Altos Andes y Estepa Patagónica. Los índices bioclimáticos resultantes del análisis de usos de la tierra y zonas de vida mostraron una correspondencia climática menor que aquella obtenida para las ecorregiones y por tanto los cambios fueron difícilmente interpretables. Las zonas de vida representadas en el SNAP fueron 66 de las 83 que se registran para el país en el escenario actual. En base a la superficie total de Argentina, el porcentaje conservado en AP calculado fue de 7%. La actividad agrícola se registró en zonas de vida "Óptimas para la Producción", la ganadería extensiva se dio principalmente en zonas "Demasiado Secas", las plantaciones forestales se registraron principalmente en zonas de vida "Demasiado Húmedas". La distribución de las actividades productivas analizadas se ajustó al esquema de potencialidad de uso de las zonas de vida lo que permitiría monitorear las tendencias de cambio de uso y aportar a mejorar la planificación territorial. La comparación visual entre zonas de vida y ecorregiones indica una correspondencia en su distribución que resultó coherente con los ICB y refleja que las zonas bioclimáticamente homogéneas, son ecológicamente interpretables. Las proyecciones realizadas permiten identificar las principales tendencias de cambio en las ecorregiones y los principales vacíos de la red actual de Áreas Protegidas y destaca que la representación de zonas de vida en el SNAP resulta insuficiente frente a la diversidad bioclimática que presenta Argentina y la sensibilidad que muestran ciertos sectores. Este trabajo confirmó que Argentina presenta una gran diversidad de zonas de vida y por ende una gran heterogeneidad bioclimática. Los resultados destacan la necesidad de cuantificar la incertidumbre de los datos climáticos, especialmente en áreas climáticamente muy heterogéneas, y proporcionan formas de cuantificar y tratar esa incertidumbre.Palabras clave – provistas por el repositorio digital
Ciencias Naturales; Zonas; Ecología; Ecosistema; Áreas climáticas
Disponibilidad
Institución detectada | Año de publicación | Navegá | Descargá | Solicitá |
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No requiere | 2020 | SEDICI: Repositorio Institucional de la UNLP (SNRD) |
Información
Tipo de recurso:
tesis
Idiomas de la publicación
- español castellano
País de edición
Argentina
Fecha de publicación
2020-03-05
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