Con el objeto de encontrar algún parámetro bioquímico útil para la detección precoz de una intoxicación con cadmio, se ha realizado un estudio detallado in vivo e in vitro de los efectos del cadmio sobre el camino biosintético del hemo. A lo largo de todo el trabajo se trató de establecer una correlación entre el aumento o disminución de aiguna actividad enzimática, en particuiar de ALA-D in vivo, y las concen- traciones de cadmio, zinc o cobre circulantes; sin embargo, los resultados obtenidos no han permitido formular una vincula- ción simpie y directa. Si bien in vitro el cadmio es un inhibidor del ALA-D, in vivo estos efectos no se ponen claramente de manifiesto debido a que el metal es captado por las metalotioneinas, proteinas de bajo peso molecular, cuya sintesis es inducida por el cadmio, y que luego capturan al metal tóxico. En higado y riñón, órganos con las más altas concentraciones de metalotioneinas, la actividad del ALA-D se modifica muy poco a lo largo de las experiencias de intoxicación con cadmio, a pesar de que en muchas de ellas, se alcanzan en dichos órganos concentraciones del metal que in vitro son netamente inhibitórias. En bazo y glóbulos rojos, en algunos casos se producen descensos significativos de la actividad, pero no se observa una correiación entre dosis administrada y grado de inhibición; otras veces, el cadmio tampoco inhibe las enzimas de estos tejidos. Se han tratado de encontrar las causas del comportamiento irreguiar del metal. La metalotioneína inducida por el cadmio también une zinc. Se trata asi de una cadmio, zinc-metalotioneína. El zinc es un elemento esencial que entra en la composición de las membranas celuiares y también es necesario para estabilizar o aumentar la actividad de enzimas, entre ellas el ALA-D. De modo que pueden entrar en juego efectos complejos. Por un lado, el zinc de ciertas enzimas podría ser capturado por la metaiotioneína; por el otro, la falta de zinc disponible podría conducir a alteraciones de las membranas celulares que tendrían como consecuencia pérdidas de enzimas de los órganos. Se desconoce hasta el momento la infiuencia del zinc movilizado por el organismo para unirse a la cadmio metaiotioneína o del zinc proveniente de la degradación de dicha proteína en los procesos bioquímicos en los cuales interviene el metal. Algunas experiencias de administración conjunta cadmio-zinc apoyarian un efecto activador del metal sobre el ALA-D, ya que al administrar conjuntamente cadmio en dosis más altas que las habituaies de 0,6 mg/kg peso, y zinc en dosis suficietemente elevadas como para inducir la formación de metaiotioneínas, se registraron aumentos significativos de la actividad del ALA-D no sólo de bazo y glóbulos rojos, sino también de higado y riñón. La representación de las concentraciones de cadmio y zinc en hígado, y la actividad de ALA-D en los distintos órganos en función de los tratamientos efectuados, sugiere la existencia de una probable correlación entre el zinc que ha circulado por el organismo, ya sea por administración directa del mismo, o por moviiización hacia o de las metaiotioneínas, y el aumento de actividad de ALA-D, que se produce en los diversos órganos estudiados. En las intoxicaciones crónicas con cadmio se ha producido también una acumuiación de cobre, y se sabe que este metal es un inhibidor dei ALA-D eritrocitica humana. Esta acumulación de cobre podria originar también modificaciones enzimáticas. El cobre tiene asimismo una alta afinidad por la metalotioneiha. Según algunos autores, el cobre reemplazaria al cadmio en la metalotioneina y se liberaria cadmio tóxico al riñón. De modo que la acumulación de metaies esenciales en las metalotioneínas, su-movilización hacia o de ellas y su consecuente falta o exceso podrian causar modificaciones de ias actividades enzimáticas a lo largo de las intoxicaciones crónicas. Paralelamente al ALA-D se han estudiado la PBGasa y la Deaminasa, y estas enzimas tampoco presentaron una correlación directa con el grado de acumulación de cadmio, aunque en este caso en bazo y en glóbulos rojos no se produjeron disminuciones como las observadas algunas veces para el ALA-D. La administración conjunta cadmio-ascórbico, no ha demostrado ningún efecto especiaimente beneficioso de dicha vita mina, por lo menos dentro del rango de concentraciones estudiado. También se ha realizado un estudio detallado y exhaustivo de la excreción de productos intermedios de la biosíntesis del hemo: ALA, PBG y porfirinas en orinas, y porfirinas en heces. Se ha observado que a lo largo de las intoxicaciones se produce una disminución de la concentración de porfirinas en orina y un aumento de la relación copro/proto en heces, que se comienza a detectar tempranamente; sin embargo la excreción total continúa oscilando dentro de los valores normales. Se ha tratado de encontrar una explicación para este comportamiento, pero de todas maneras se considera que la variación es demasiado pequeña, como para ser usada como parámetro para medir absorción del metal en intoxicaciones no experimentales, ya que los valores normales de excreción de porfirinas oscilan dentro de un rango amplio. De estos estudios, asi como también de diversos antecedentes bibliográficos surge que el cadmio es un metal con un mecanismo de acción complicado que produce alteraciones variables en los diversos sistemas del organismo, y que intenta desafiar a los encargados del control de la salud de ios individuos expuestos al mismo. Sin embargo, aún dentro del mismo camino biosintético del hemo queda mucho por investigar, y algún efecto directo o indirecto del cadmio sobre otros pasos de dicha vía podrían llevar al objetivo deseado. Por el momento, el control de las concentraciones de cadmio ambientales, la consideración de algunos sintomas no específicos y la medición de las concentraciones no sólo de cadmio, sino también de otros elementos metálicos en el organismo, pueden ser indicios de una exposición excesiva.