En el año 2002, interesó participar de un debate internacional, promovido por un grupo de arquitectos de la Comunidad europea, Grupo e2, sobre la problemática urbana y la presencia de lo intersticial, -su inclusión como factor relevante en el pensamiento-, para la producción de la ciudad contemporánea. Se trataba de fomentar el interés por investigar y debatir sobre los lugares relegados, degradados, irresueltos y olvidados de las ciudades; lugares que desde un uso anterior, hubieran pasado por el desuso, un nuevo uso, pero en situación de abandono. Esto condujo a una necesaria búsqueda de un lugar de tales características, afectante para una ciudad de pertenencia de los participantes, -condición del concurso-; en este caso, Ciudad de La Plata. Así se llegó al desocultamiento de diversidad de lugares, en estado de abandono, y con un nuevo uso, a veces inusual. Entre ellos, se encontró e interesó el caso del hábitat en las vías ferroviarias en desuso -en varios puntos de las afueras de la ciudad-; inusual y hasta contradictorio si se atiende al significado de la palabra vía, que alude a camino, tránsito, ”parte del suelo explanado de un camino de hierro…”, ahora, base quieta de asentamientos espontáneos, eventualmente transitorios por precariedad, inestabilidad, jamás asociables a esa otra categoría de transitoriedad, la del ferrocarril, su movilidad, su velocidad.