La congelación representa para muchos alimentos el mejor medio de conservación a largo plazo. Esto hace que los productos congelados sean de gran aceptación por los consumidores por considerarse, después del producto fresco, de una calidad nutritiva superior. Esta industria va en rápido crecimiento en muchos países, debido a la escasez de tiempo con que se cuenta en la actualidad para utilizar los alimentos frescos, la rapidez de la preparación de las comidas congeladas y la preferencia de ingerir los productos de la forma más cercana a lo natural, o sea, evitando la adición de sustancias preservadoras que puedan ser perjudiciales para la salud. Los alimentos congelados pueden permanecer almacenados por tiempos prolongados antes de ser consumidos. La etapa de almacenamiento, dentro del concepto de conservación por congelación, tiene gran importancia en la calidad final del producto. La calidad está muy relacionada con la temperatura de almacenamiento. Una mala manipulación de las cámaras que constituyen los almacenes de los alimentos trae como consecuencia que los mismos estén sometidos a grandes fluctuaciones de la temperatura ambiente siendo ésta una de las violaciones más frecuentes de la cadena de frío. calidad de las tres alternativas y se concluye que se pueden obtener importantes ahorros en el costo de almacenamiento sin reducirse la vida útil de los productos almacenados. En el presente trabajo se realiza una predicción de la historia térmica y de la pérdida de calidad de algunos productos congelados: dados de zanahoria, dados de papa, repollitos de Bruselas y carne de vaca picada, sometidos a fluctuaciones marcadas de la temperatura del ambiente de almacenamiento. Para ello, se efectúa un registro de historias térmicas y de algunos índices de calidad para estos alimentos sometidos a condiciones experimentales de temperatura oscilante en las cámaras de almacenamiento. La descripción del proceso mediante un modelo analítico o numérico es de gran complejidad (heterogeneidad de la estiba y de la composición del alimento). Por ello, en este trabajo se utiliza una metodología de cálculo sencilla: La de las funciones de transferencia “z” que permite predecir la temperatura de diferentes estibas de alimentos congelados cuando varía la temperatura del ambiente de almacenamiento. Se concluye que aunque la temperatura del ambiente de almacenamiento oscile considerablemente, la variación de la temperatura de los alimentos es menor. Se obtiene experimentalmente la función de transferencia z de los dados de papa, de los repollitos de Bruselas y de la carne de vaca picada y las temperaturas predichas usando estas funciones tienen muy buena precisión si se comparan con las historias térmicas reales. Además, para obtener los parámetros cinéticos que caracterizan el deterioro de la calidad de los productos, éstos se someten a dos condiciones de almacenamiento a temperatura constante y, durante la frecuencia establecida, se realizan evaluaciones físico químicas y sensoriales, lo cual se muestra en gráficos y tablas. En otra serie de experimentos, el consumo de potencia eléctrica (costos energéticos) y la respuesta térmica de la estiba se determinan para tres políticas de operación implementadas: operación normal, operación intermedia y operación económica. Se concluye que la alternativa de menor consumo energético es la económica, coincidiendo con la de menor costo de energía eléctrica. Además, se compara la variación de la calidad de las tres alternativas y se concluye que se pueden obtener importantes ahorros en el costo de almacenamiento sin reducirse la vida útil de los productos almacenados.